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sábado, 2 de noviembre de 2019
Tercer Extracto de Force Collector
Mientras el planeta entero se prepara para recibir la fiebre de Star Wars en los próximos dos meses anticipando Episodio IX: El Ascenso de Skywalker, la industria editorial se asegura que estemos listos con una cantidad de cómics, guías visuales e historias originales como parte de la campaña publicitaria de "Rumbo a El Ascenso de Skywalker".
Una de las historias más refrescantes es la novela juvenil de Disney-Lucasfilm Press titulada Star Wars: Force Collector, escrita por el ganador del Emmy Kevin Shinick. Es una precuela en solitario que se centra en un adolescente llamado Karr Nuq Sin, quien se siente atraído hacia la Fuerza a través de visiones confusas de gente desconocida y destinos exóticos. Acompañado en sus aventuras por una compañera llamada Maize y su fiel droide RZ-7, Karr se embarca en un viaje a través de varios planetas para aprender sobre sus extraños poderes, descubrir más sobre los legendarios Caballeros Jedi y tal vez conocer a un mítico ancestro suyo.
Capítulo 1.
La imagen no era lo que parecía ser, pero el dolor era innegable.
Fue golpeado con lo opuesto de lo que imaginaba sería el hiperespacio, una luz blanca cegadora surcada por líneas negras que apuntaban directo a sus ojos. Incluso con sus párpados cerrados, Karr podía sentir como quemaba sus retinas. De haber sabido más, le hubiera echado la culpa a una falla en los lentes del casco de stormtrooper que acababa de comprar (época de la Estrella de la Muerte, leves manchas de carbón, grado 7.5 en la escala militar de antigüedades), el cual había sido una buena compra por cincuenta y siete créditos. A menos, por supuesto, que fuera responsable por el dolor. Pero sabía que no era así. Ni siquiera unos lentes nuevos lo protegerían de esta agonía.
Mientras el dolor se incrustaba en las cavidades de sus ojos, recordó el consejo que una vez le había dicho un piloto, acerca de nunca mirar de frente un eclipse de doble halo de Tatooine.
Era un buen consejo, pensó al tiempo que comenzaba a perder la conciencia.
Solo que no estaba entrando al espacio aéreo de Tatooine. Estaba adentrándose en la Fuerza.
"¿Estás bien?" Karr escuchó una voz lejana. De hecho, probablemente no era una voz lejana sino la falla de los auriculares del casco de stormtrooper. Tal vez 7.5 no era la escala correcta para este pedazo de chatarra.
Karr se encontraba tirado sobre su espalda. El piso estaba frío, pero su cara estaba caliente.
"¿Qué traes puesto?" Esta vez pudo identificar la voz como perteneciente a una mujer, pero pensó que esa era un pregunta rara. Generalmente cuando la gente se lo encontraba desmayado en el piso le preguntaban si recordaba su nombre. "Karr Nuq Sin," murmuró por reflejo, dándose cuenta demasiado tarde que esa no era la pregunta que le habían hecho.
"¿Qué traes puesto?" preguntó ella más despacio, con un tono de irritación.
"Pantalones verdes, chamarra de vuelo azul, botas para desierto, guantes negros y un nuevo casco de stormtrooper de la época de la Estrella de la Muerte. Grado siete punto..." Se detuvo considerando la información más reciente y revalorizando. "Seis punto nueve."
"Necesitas quitártelo. Ahora." Su voz sonaba metálica y con estática dentro del caso, pero si. Era definitivamente una mujer. Tal vez una maestra.
"Las políticas de la escuela prohíben que cualquier estudiante porte armas o parafernalia militar." añadió, probablemente citando algún pasaje del código de conducta.
Karr no podía saberlo. Jamás lo había leído.
Se esforzó para ponerse de pie y buscó en el piso el guante negro que siempre aterrizaba cerca de él después de uno de sus episodios. Lo encontró y lo usó para saludarla. "Ninguna parafernalia militar presente, señor."
"¿Excepto el casco?" Ella ignoró el saludo incorrecto y le quitó el guante para inspeccionarlo.
"El casco es un artefacto... señor." Ahora la estaba presionando.
Namala Moffat suspiró. "Sólo quítatelo." Él se retiró el casco, el cual sonó como una soda destapándose. Ahora ella podía verlo bien: un chico de cabello café, ojos cafés y un diente astillado. "¿Dónde obtuviste eso?" preguntó.
"Lo obtuve de Janu Blenn. Su bisabuelo había sido asistente de combustibles para el Imperio," le dijo Karr. "Fue stormtrooper de tercera clase."
Moffat frunció el cejo. "Ese niño es más tímido que un Snivvian en una subasta. ¿Te dijo todo eso?"
Karr solo sonrió. "De cierta forma."
En todos los años en los que había tenido sus habilidades poco usuales, ningún doctor (humano o droide) había podido explicarlas. Los episodios que tenía con luces brillantes y dolor agudo no eran precisamente deseables, pero las imágenes que los acompañaban eran muy geniales. La mayoría de las veces. Si lograba recordarlas al despertar.
Karr no se sentía de humor para explicarle todo eso a la maestra, así que decidió callar.
La verdad era que si, Janu Blenn era increíblemente tímido, pero también obstinado. Le había tomado a Karr cinco días para convencer a Janu que le vendiera el casco de stormtrooper después de haber escuchado que su bisabuelo decía que un Jedi había manipulado su mente. Karr pensó que lo había dicho solo para mejorar su calificación en el proyecto de historia, ya que los Jedi no existían durante el Imperio, pero tenía que estar seguro. Y por eso había ofrecido hasta cincuenta y siente créditos.
Por supuesto que hubiera sido más fácil agitar su mano y manipular los pensamientos de Janu como lo hubiera hecho un Jedi, pero Karr todavía no podía hacer eso.
Pronto, pensó. Pero aún no.
Y esa era la razón por la que necesitaba el casco.
Escrito por: Kevin Shinick
Traducido por Mario A. Escamilla
Original de Exclusive: Interview and excerpt from 'Star Wars: Force Collector''
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