La novela está situada entre Episodio VI: El Regreso del Jedi y Episodio VII: El Despertar de la Fuerza, y contará cómo Leia se convirtió en la General de la Resistencia.
El periódico USA Today tiene un extracto exclusivo que hemos traducido para ustedes.
Capítulo 13:
Una generación entera ha prosperado durante una era de paz. La Nueva República, que se rige por el Senado Galáctico en Hosnian Prime, ha estado en el poder durante más de dos décadas. Sin embargo, el conflicto ha comenzado a tomar forma en el Senado. Como la parálisis política amenaza con herir a la incipiente democracia, las disputas de la Nueva República pronto irradiarán toda la galaxia. . .
El edificio de conferencias del complejo senatorial de la Nueva República contenía varias habitaciones adecuadas para cada tipo de función auxiliar imaginables, desde conciertos conmemorativos hasta ceremonias de premios. Leia Organa y Tai-Lin Garr se dirigieron hacia una de las más pequeñas salas de banquetes. El desayuno de trabajo había sido organizada por Varish Vicly, quien no era capaz de imaginar un mal momento para una fiesta.
Varish vino trotando hacia ellos en cuatro patas. "¡Ahí están! Estaba preocupado de que llegarían tarde ".
"Aún es temprano," Leia protestó al tiempo que tanto ella como Tai-Lin eran abrazadas con rápidos y largos miembros.
"Sí, pero me preocupa. Usted sabe cómo se ponen estos chicos".
"Ahora venga y le presento con todos", insistió Varish. Pronto Leia se encontró dando apretones de manos y patas, murmurando saludos; gracias a unos hologramas de revisión que Korr Sella había preparado para ella, pudo reconocer a cada senador en asistencia e incluso pudo hacer algunas preguntas pertinentes acerca de sus familias y mundos.
Entraron en la sala de banquetes juntos, todo el grupo caminando de dos en dos. Leia sabía que el asiento en el otro extremo de la mesa sería de ella, invitada de honor, como contraparte para el huésped. Así que se dirigió a través de la longitud de la sala, atenta al senador a su lado, antes de mirar los arreglos - suntuosos incluso para los estándares de Varish, con un mantel de terciopelo que se extendía a lo largo de la mesa y delicadas serpentinas de papel que cruzaban a través de las mesas, bajo servilletas elaboradamente plegadas. Leia tuvo que reírse. "Honestamente, Varish. ¿Todo esto para el desayuno?" En otras palabras, Leia pensó mientras escuchaba a alguien hablar alegremente sobre sus nietos, esto va de maravilla para todos menos para mí.
El comentario ganó risas espontáneas de la habitación; los gustos lujosos de Varish Vicly eran bien conocidos, una debilidad de la que ella misma bromeaba. Hoy, sin embargo, se encogió de hombros. "Yo no lo solicité esta vez. Tal vez el personal de servicio escuchó mi nombre y supuso que mi intención era de ir por todo." Varish sonrió mientras tomaba su asiento. "Si esa es mi reputación... usted sabe, puedo vivir con ella".
Leia se acomodó en su silla, cogió la servilleta - y se detuvo.
Algo estaba escrito en la serpentina de papel en su plato. Escritura real. Prácticamente ya nadie escribía a mano; habían pasado años desde que Leia había visto palabras reales escritas a mano, con tinta, en otra cosa que no fueran documentos históricos.
Pero hoy, alguien había dejado este mensaje en su plato, sólo una palabra:
CORRA.
Leia empujó la silla hacia atrás, al instante poniéndose de pie. "Tenemos que salir de aquí", dijo a los senadores sorprendidos en la mesa. "¡Ahora! ¡Vamos!"
Pero ellos no se movieron, incluso mientras se precipitó hacia la puerta. Varish dijo, "¿Leia? ¿Qué en este mundo - "
"¿No me han oído?" Malditos tontos que nunca habían estado en la guerra, que no podrían reconocer una advertencia urgente cuando la vieran. Leia alzó el papel de modo que pudieran verlo. "¡Corran! ¡Todo el mundo levántese y corra! "
Al decirlo, salió corriendo tan rápido como pudo, finalmente, escuchó a los demás agitándose detrás de ella. Tal vez pensaron que la nota era sólo una broma, pero Leia sabía mejor. El temor incipiente que había circulado dentro de ella toda la mañana se había solidificado; esto era lo que sus sentimientos le habían estado tratando de advertir.
Mientras corría por los pasillos del edificio de conferencias, Leia vislumbró un botón de alerta y se desvió hacia ese lado para presionarlo. Una voz robótica dijo: "No se detectan peligros en este -"
"¡Anular! ¡Alerta de evacuación, ahora!" Leia reanudó su carrera al tiempo que las luces de advertencia comenzaron a parpadear y el aullido de las sirenas sonaba. Inmediatamente la gente comenzó a evacuar otras habitaciones, la mayoría quejándose pero al menos se movía hacia las salidas - y cuando la vieron, también comenzaron a correr. El sentido de urgencia que sentía en su interior crecía como una ola que se prepara para estrellarse.
La respiración de Leia quedaba atrapada en su garganta mientras se empujaba con más fuerza, corriendo a toda velocidad hacia las puertas, tan rápido que casi no tuvieron tiempo de abrirse para dejarla pasar. En la plaza siguiente, los droides de seguridad habían comenzado a dirigir a la gente lejos del edificio, pero muchos seguían arremolinándose a su alrededor, mirando la escena con consternación. Los demás evacuados inundaban las puertas detrás y alrededor de ella, pero una vez que estaban fuera de la estructura, la mitad de ellos se detuvieron, permaneciendo estúpidamente dentro del rango.
¿Dentro del rango de qué? Ella todavía no lo sabía. Pero cada instinto en su interior le decía que estaba cerca de un desastre.
Leia no se detuvo. Siguió corriendo tan rápido como pudo, sin mirar hacia atrás, hasta que...
Una luz brillante. Un rugido tan fuerte que resonó en su cráneo. Y el aire caliente y escombros chocando contra ella, golpeándola hacia abajo, rodando sobre ella, borrando el mundo.
Escrito por Claudia Gray
Traducido por Mario A. Escamilla
Original de Exclusive: Read an excerpt from 'Star Wars: Bloodline'
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