Encuentros con Cultos
Extractos de Los Últimos Días de Arhul Hextrophon.
Traducidos por Joe Bongiorno y Rich Handley.
Agradecimientos especiales a Abel G. Peña, Greg Mitchell, Luke Van Horn y Matt Wilkins.
El siguiente material ha sido extraído del libro "Los Últimos Días de Arhul Hextrophon", que es el análisis de un largo tratado que Arhul Hextrophon escribió en los años previos a su misteriosa muerte en su hogar en Chandrila hace poco tiempo.
Después de su retiro, Hextrophon había pasado un creciente lapso de tiempo recopilando y ordenando los extensos volúmenes de material que había recolectado durante décadas de parte de colegas investigadores y de viajes a misteriosos sectores de las regiones conocidas y desconocidas de la galaxia. Los tratados de Hextrophon examinan diversos casos centrados en las creencias de cultos poco conocidos y la correlación con las mitologías de pueblos antiguos y extintos. El renombrado historiador estaba fascinado por ciertos elementos que, a primera vista, parecían no tener relación, pero que creía que contenían extrañas y siniestras tramas que los interconectaban. Debe notarse que muchos historiadores de la Federación Galáctica de Alianzas Libres han expresado su preocupación sobre la validez de las conclusiones de Hextrophon, y aunque pocos han examinado su trabajo completo para cotejar la evidencia que recabó, la mayoría ha desechado su trabajo final calificándolo de "paranoico" y "conjetural", citando estrés mental como la causa de lo que han nombrado de manera "insustancial" y "apócrifo".
El actual archivista emérito del Consejo Histórico, Voren Na'al (a su vez, un discípulo de Hextrophon) ha preferido no emitir ninguna opinión hasta no examinar todos los documentos de su mentor, mientras que el Maestro Historiador Palob Godalhi ha advertido que no se deben repudiar de manera automática las composiciones finales del respetado colega.
- Wolam Tser
El extremismo religioso siempre ha propiciado estudios fascinantes, al menos para aquellos cuya mente no tiende a rondar los sacrosantos pasillos de la antigüedad, meditando sobre la mutación sociológica de razas y pueblos en la vasta e inexorable marcha del tiempo.
Nuestra galaxia ha visto una miríada de ejemplos fascinantes sobre movimientos cultistas. Tenemos a los Sacerdotes Bantha Dim-U, a las Monjas de G'aav'aar'oon, la Antigua Orden de los Pesimistas, la Hermandad de Kooroo, y la Iglesia de la Primera Frecuencia. Otros ejemplos más macabros incluyen al Culto de M'dweshuu, el extraño Culto de Waru, y la Iglesia de la Percepción Infinita. Algunos se han fundado por accidente, como el Culto a Varn de Han Solo, mientras que otros han sido diseñados con un propósito en mente, como el Culto del Uno y del Todo, creado por los Hutts Besadii.
A pesar de una gran cantidad de diferencias, la mayoría de los miembros de un culto comparten al menos una característica: tienen una devoción obsesiva a una persona o a un juego de principios, y el objeto de esa devoción generalmente parece aberrante y misterioso a los habitantes de la galaxia moderna. Los Seguidores de Quay, por ejemplo, centran su adoración en un juguete infantil que predice el futuro, mientras que las Hermanas de Amaran dedican doce horas del equinoccio de primavera a ritos de fertilidad en honor a los Hoojibs de Arbra.
Aunque inusuales, la mayoría de los cultos son relativamente inocuos, requiriendo a lo más un poco de confinamiento solitario o devoción a objetos fetiches con los que se practican sus creencias poco convencionales. Pero hay otras afiliaciones, aquellas de las que se habla en voz baja o que forman parte de las fábulas de la infancia, aunque mitos no son. Existen en realidad ordenes oscuras de lo profano, funestas congregaciones de la oscuridad que croan liturgias de tradiciones Sith en lúgubres vales subterráneos o picos atormentados por leyendas. Los Moldeadores de Kro Var no resisten escrutinios cercanos, como tampoco lo hacen los nocivos Hechiceros de Rhand (a quienes decía pertenecer el finado Lord Cronal), todos ellos ocultos detrás de los mitos de los remotos racimos estelares del Retiro de Nihil. Y aun así, éstos palidecen como prosaicos cuando se les compara con la sombra de los antiguos días, cuando cosas salvajes rondaban los negros páramos del espacio, aquellos diabólicos e insensatos poderes que dominaban a los Primogénitos sapientes.
Por ahora, concentrémonos en discutir las siguientes sectas inusuales, de las que algunos hechos han salido a la luz. Cada una demuestra formas al parecer únicas de reverencia, nomenclatura y práctica. Pero, aun que parezcan grotescas e incomprensibles, hay conexiones, hilos lejanos de características en común, ecos de notas repetidas, tonos que resuenan y que se hacen más asombrosos debido a la separación por enormes distancias estelares y eones temporales aún más grandes.
La Cofradía de los Vindicadores
El siguiente comunicado fue recuperado de una bóveda de grabaciones Imperiales después de la Liberación de Coruscant durante la Guerra Civil Galáctica. La Inteligencia de la Nueva República ha determinado que fue emitido por el agente Imperial conocido como Blackhole. Su identidad, largamente ocultada bajo un velo de rumores y especulaciones, ha sido revelada como Lord Cronal, una misteriosa figura que trabajaba detrás de escenas en la Inteligencia Imperial, pero sirviendo a sus propósitos egoístas. Durante varios años antes de la Batalla de Yavin, operó como líder de esa organización, donde tenía un grado de impunidad y de prestigio que ni siquiera Armand Isard (quien dirigió la organización antes de la traición de su hija) llegó a tener.
Lord Vader, le mando saludos oscuros.
A petición suya, he infiltrado la odiosa Cofradía de los Vindicadores en un intento de revelar sus secretos y desenmascarar sus debilidades. Nunca han tenido un sirviente del Emperador entre sus filas. Con el Lado Oscuro como mi aliado pude imitar sus poderes únicos de manera suficientemente convincente para lograr un puesto en su organización. Son extremistas, y como todos los fanáticos, sufren de una inquebrantable convicción en las virtudes justicieras de su causa. Esa rígida arrogancia los ciega, y se convierte en una debilidad que estoy seguro será fácil de explotar cuando llegue el momento apropiado.
La Cofradía de los Vindicadores está compuesta de una relativamente pequeña camarilla de justicieros con poderes inusuales y misteriosos de la Fuerza distintos a los que hemos visto en otras tradiciones. Creen que su deber es imponer castigos a todos aquellos que perciben como perpetradores de grandes crímenes, en especial aquellos individuos que han "utilizado indebidamente la Fuerza", como dicen. Por lo tanto, sus principales enemigos han sido varios cultos del lado oscuro así como acólitos, contra quienes se han enfrentado numerosas ocasiones en combate. Mientras se dediquen a combatir aspirantes a usurpadores y participen en complots y escaramuzas, son de utilidad para el Emperador y es mejor dejarlos así. Pero si llegaran a tener demasiadas victorias, entonces...
La Cofradía llamó mi atención inicialmente cuando aún servía como Profeta del Lado Oscuro, puesto que han determinado que los Profetas deben ser exterminados. Me divirtió notar que sus atuendos con capuchas oscuras y su odio crítico y santurrón, terminan pareciéndose a los mismos seguidores del lado oscuro a quienes detestan, misma hipocresía que como bien sabe existía en los antiguos Jedi.
La Cofradía tiene diversas ramas, cada una nombrada por el poder que ostenta. Sus habilidades son interesantes, demostrando un uso de la Fuerza que parece no pertenecer ni a la luz ni al lado oscuro, pero que proviene del reino de sombras que habita los bordes de ambos. Su marca distintiva es un pendiente de piedra en forma de cráneo. Cada miembro lo lleva alrededor del cuello para mostrar adhesión al principio primario de la Cofradía. La calavera, por supuesto, significa la muerte, la pena máxima para las transgresiones.
Los miembros de la Cofradía pertenecen a diversos géneros de numerosas especies, aunque los humanos y casi-humanos parecen dominar las ramas principales. Las habilidades varían entre cada miembro, pero todos utilizan sus poderes para el mismo propósito. Cada miembro de la Cofradía ha sido entrenado para penetrar en la mente de la víctima y así descubrir actos de violencia, injusticia o crueldad que hayan sido cometidos en el pasado. Como regla, no toman la vida de aquellos que juzgan culpables. Hay algunas excepciones, como el Lepi de piel cobriza llamado Kezzin, quien fue exiliado de la Cofradía por matar a un compatriota con sus pies descalzos. La mayoría de los miembros, sin embargo, nunca han entrado en combate. Sus poderes hacen que los malhechores se conviertan en sus propios verdugos, una distinción que los hace creer que les permite no mancharse con los pecados y crímenes de sus presas.
La rama principal de la Cofradía se conoce como los Avergonzadores, un grupo liderado por un hombre llamado Clat, quien es el líder cardinal de la organización. Los Avergonzadores tienen el poder de crear sentimientos de remordimiento extremo sobre los hechos del pasado. Se introducen pensamientos suicidas como el único medio para limpiar su conciencia. Son tan poderosas las sugestiones de culpa y auto-aniquilación que pasan por encima del instinto natural de preservación de la víctima.
Los Reveladores utilizan sugestiones similares de culpa, motivando a los malhechores a admitir públicamente sus crímenes y a no ofrecer resistencia cuando se les juzga y condena, incluso cuando se les aplique la pena de muerte. Muchos han infiltrado incluso el círculo legal de varios bufetes de abogados de los Mundos Centrales. ¡La Cofradía llega al extremo delirante de creer que algún día los jueces de la galaxia entera serán todos Reveladores!
Aquellos conocidos como los Redentores se ocupan de personas que la Cofradía cree que aún pueden rehabilitarse. Su táctica es borrar la memoria de su presa. Esta rama es la más altruista, aunque la que menor número de miembros tiene. Son sorprendentemente reservados y no pude descubrir como pueden utilizar su poder. Se rumorea que algunos pueden borrar el recuerdo de un solo crimen, mientras que otros pueden borrar los recuerdos completos, incluyendo el conocimiento de su familia, amigos y de su pasado. Ellos le llaman a ésto piedad puesto que les permite proseguir su vida. Los Redentores están convencidos que esta habilidad les da a los malhechores una segunda oportunidad, misma que debe ofrecerse a todos los criminales de la galaxia. En teoría, la Cofradía tiene en alta estima a los Redentores y a sus poderes, pero en realidad los líderes de la Cofradía tienen poca paciencia con estos ideales. Esto ha causado que un número creciente de Redentores busquen separarse de la Cofradía, en la creencia de que su liderazgo se ha convertido en cínico y hambriento de sangre. Desde mi punto de vista, sus poderes parecen estar conectados de alguna manera a los Tsils, una forma de vida mineral pensante que le enseño a los Escuchas Theran sensibles a la Fuerza la manera de remover recuerdos indeseados, en el planeta Nam Chorios.
Los Refractores son una facción más perversa que se enfoca en criminales violentos y aquellos que han causado actos de destrucción masiva. A través de la ilusión, los Refractores forzan a los criminales a ver su violencia reflejada a través de los ojos a quienes asesinaron. Un homicida podrá experimentar el terror de ser acosado y asesinado, mientras que un despiadado oficial militar podrá ser forzado a presenciar la destrucción de su familia y su hogar. En ocasiones, un Refractor trabajará en conjunto con Astilladores o Avergonzadores para añadir culpa al malhechor (y por supuesto, deseos suicidas). He descubierto que muchos oficiales Imperiales reportados como desaparecidos fueron destruidos en esta forma.
La rama más cercana al lado oscuro son los Astilladores. Ellos toman un enfoque diferente al castigo merecido. Cuando la Cofradía cree que la muerte es un castigo demasiado débil para un criminal, envían a los Astilladores. Este grupo especial generalmente trabaja en equipo con otras ramas, rastreando y aislando a sus objetivos, para posteriormente destruir la estabilidad mental de sus victimas hasta que son reducidas a estados catatónicos, plagados para siempre con una interminable sucesión de alucinaciones de pesadilla. El trauma psicológico producido por esta forma de tortura emocional sirve tanto como castigo así como una forma de prevenir que un malhechor pueda volver a lastimar a otros, puesto que los deja imposibilitados de funcionar en sociedad. Los resultados son fascinantemente perturbadores y muy impresionantes. Sus acciones, por supuesto, crean un efecto de reverberación que lleva a los Astilladores a acercarse al lado oscuro. Si se lograra hacerlos servir al Emperador, serían excelentes Inquisidores.
Los más poderosos en potencia, y los más reducidos en número, son los Aniquiladores. Se especializan en castigar a docenas, incluso centenares de criminales simultáneamente. Se dice que los Aniquiladores pueden producir sentimientos inexorables de paranoia y furia tan intensa que ejércitos enteros se matarán entre sí, eliminándose sin vacilación y sin pensamiento consciente. La Cofradía afirma haber empleado las habilidades de esta rama en numerosos conflictos a través de los años. En mi tiempo entre ellos, solo se hablaba de ellos en murmullos. Creo que este grupo, de haber existido, está extinto, aunque no puedo asegurarlo con certeza.
La Cofradía de los Vindicadores ha probado ser un caso de estudio fascinante, digno de futuras investigaciones, en especial las habilidades con los aspectos sombríos de la Fuerza. No logré averiguar de quién y cómo obtuvieron estos poderes, puesto que Clat tiene secretos que no comparte con nadie. Pero hay jirones ocultos en los rincones más lejanos de la galaxia de los que pocos han incluso concebido, galaxias enanas sin explorar; y más allá del vacío, un reino crepuscular de hordas innombrables que hormiguean en la oscuridad, esperando a que extrañas estrellas se alineen. Si, como sospecho, los Vindicadores lograron penetrar estos reinos ocultos, los secretos que obtuvieron han demostrado ser muy interesantes.
No es necesario mencionar que la Cofradía ha marcado a usted y al Emperador como objetivos para la aplicación de justicia y exterminio. Aunque no dudo que estos planes están condenados al fracaso, le sugiero tomar precauciones.
Su humilde siervo,
Blackhole.
Algunos años después, la Cofradía sufrió una gran pérdida cuando finalmente decidió atacar al aprendiz de Palpatine, Darth Vader. El viejo líder del gremio, Clat el Avergonzador, conspiró con la Dama Dhol de Cheelit, quien había sido obligada a tender una trampa al Señor Oscuro de los Sith. Dhol y su gente son a su vez sujetos de mucha especulación. Conocidos públicamente como los J'feh, es en mi entender y basado en los pocos registros históricos que pude encontrar que se trata de una ficción inventada por ellos mismos para ocultar el hecho de que no son descendientes de los inofensivos octópodos J'feh del planeta Cheelit, sino que se trata de seres inquietantemente similares a Pomojema, el ídolo de Mimban. Conocido en tiempos ancestrales como Typhojem, se cree que este ser provino de una estrella binaria conocida sólo como Zoth, en un reino que existe más allá de la galaxia, y que como conclusión inquietante guarda una conexión etimológica con N'zoth (traducido libremente como Nuevo Xoth).
Después de destruir al Avergonzador, Vader organizó una cacería de los miembros restantes de la Cofradía en Cheelit. Tras averiguar el destino de su líder, los restantes miembros esparcidos en la galaxia se han escondido, como lo hicieron los Jedi antes de ellos. No hay duda que Vader envió espías a infiltrar la secta para aprender sus secretos, pero se desconoce si tuvieron éxito o si la Cofradía los convirtió a su causa.
La Orden de la Mirada Terrible
El siguiente documento parece haber sido redactado algún tiempo después de la Orden Secreta del Emperador, durante el período inicial de la Nueva República. El emisor es una vez más Lord Cronal (nombre clave: Blackhole). La receptora parece ser la aprendiz Sith Lumiya, como sugiere el apelativo usado en la introducción y su afiliación anterior. Lo que han descubierto no pinta en buena luz a la Orden Jedi. Pero dado el paso del tiempo, no creo que sea dañino revelarlo a aquellos interesados en la historia antigua, ciertamente no a los miembros de la nueva Orden Jedi a cargo de Luke Skywalker, pero aún así he reservado esta información hasta que él se haya tomado el tiempo suficiente para examinarla y ofrecer una opinión.
Saludos oscuros, Dama Mía,
Habiendo examinado cuidadosamente la cantidad de grabaciones de datos y archivos de la fortaleza de Dromund Kaas, he descubierto numerosos artículos de interés que le agradará obtener en nuestro siguiente encuentro. Pero hay uno que creo que es de particular interés. Usted es la mujer más astuta que he conocido, y no dudo que tenga manera de utilizar adecuadamente éstos detalles... Nadie además de nosotros, y los ahora derrotados Profetas del Lado Oscuro a quienes ayudó a eliminar, han tenido conocimiento de esta información, ¡un terrible secreto que el Consejo Jedi ha mantenido oculto por miles de años! Nadie sabrá ahora cómo lo obtuvieron los Profetas. Darth Sidious los hubiera torturado meses enteros si hubiera sabido que le habían negado el conocimiento de este delicioso escándalo.Ah, ¡qué debacle! Casi estoy tentado a no echarles la culpa a los Jedi por mantenerlo oculto, por más hipócritas que hayan sido. Saboréelo, Mi Ama.
Having sifted through the reams of data-recordings and archives from the fortress on Dromund Kaas, I uncovered numerous items of interest I know you'll be pleased to obtain when next we meet. But there is one item I think you will find of particularly interest. You are the most cunning woman I have ever known, and I have no doubt you'll find a clever way to put it to use... No one besides us, and the now vanquished Prophets of the Dark Side you helped eliminate have knowledge of this information, a secret which the Jedi Council had kept hidden for a millennia! How the Prophets obtained it perhaps no one will ever know. Darth Sidious would have tortured them for months had he discovered they'd been keeping such a delicious scandal from him. Ahh, but what a debacle! I almost don't blame the Jedi for keeping it secret, hypocrites though they were. Savor it, My Mistress.
Grabación de datos del Maestro Jedi Simikarty en discurso abierto frente al pleno del Consejo Jedi.
Todos saben y celebran el hecho de que fueran los Jedi quienes terminaron con el vergonzoso reinado de Pius Dea en este histórico día. Lo que muchos no saben es que en primer lugar fueron los mismos Jedi quienes ayudaron a empezarlo.
(Se escuchan gritos de asombro y murmullos)
Por muy poco placentero que sea, deben saber que mil años de persecuciones, derramamientos de sangre e hipocresía religiosa yacen a los pies de nuestros propios fallos, nuestra corta visión y complacencia, por lo que es crucial que se los informe para que el Consejo Jedi pueda recordar lo que sucedió y que no sea olvidado, para que los Jedi del futuro puedan aprender y beneficiarse de ello. Para los demás, estos eventos deberán permanecer ocultos para evitar que nuestros errores puedan ser explotados por aquellos que buscan hacernos daño.
La República estaba inmersa en corrupción, vicio y enormes abusos, preocupada más por los intereses especiales de mega corporaciones galácticas y los pagos y donaciones que recibían de manera legal pero no ética. La Orden Jedi se encontraba entre la espada y la pared con los senadores a quienes les tocaba trabajar en conjunto, y finalmente decidieron que era hora de tomar medidas drásticas y asegurar que el Canciller Supremo Pers'lya fuera removido de su cargo.
¿Pero con quién reemplazarlo? La pureza espiritual, la nobleza y claridad moral de un hombre como Aldon Constipex parecía estar alineada con los objetivos de los Jedi, y en turno él aclamaba a los Jedi como ejemplos que la galaxia debía seguir. Si, es cierto que era un miembro de la Cofradía de Comerciantes de Coruscant, pero fue en éste cargo que ganó fama y reconocimiento por su ética de trabajo. También se sabía que era devoto de la Diosa, pero ¿y qué con ello? Hay incontable cantidad de religiones en la galaxia. ¿Quién pudo imaginar que esta fé, al parecer modesta, que condenaba la corrupción y la inmoralidad, podría crecer hasta convertirse en el monstruo xenofóbico y rapaz que conocimos?
Pero si apoyarlo hubiera sido el único error de la Orden, se hubiera podido atribuir a un simple caso de fe mal atribuida. Trágicamente, no fue así. En secreto, la Orden Jedi conspiró para hacer que Constipex fuera electo, algo que no hubieran logrado sin antes haber conspirado con el califato Pius Dea. Si el público no puede ser juzgado por no conocer el profundo significado de la fe en la Diosa, lo mismo no puede decirse de los que la conocen íntimamente. Los Pius Dea no eran solamente reservados y aislados. También eran vengativos y delirantes, creyentes de que la Orilla Exterior era el reino del Caos y que los seres que allí vivían como extranjeros que amenazaban la paz. Esto se ocultaba tras el hecho de que aceptaban no-humanos en su fe, pero un examen más a fondo hubiera revelado que nunca obtenían posiciones prominentes. Y si bien, profesaban sentimientos de antipatía hacia los Hutts, pues, es algo que es muy común en los Mundos Centrales
Se dice que los credos sagrados de los Pius Dea fueron canalizados por la Diosa hacia la Malikha, el nombre que recibió su primera líder religiosa, la Reina Maeve, a quien la fe debe sus inicios. Maeve no era cualquier mujer, era la gobernante de Drogheda cuando los Hutts invadieron el planeta durante la era Kymoodon. Traicionada por alguien de su confianza, la Reina Maeve fue puesta en cautividad por los Hutts, quienes inmediatamente asesinaron a su esposo y a la Reina Madre. Aunque no pudieron romper su espíritu, se sabe que fue degradada y humillada.
El culto a la Diosa era ya antiguo en Drogheda. Era una rama del Vianismo, conocida como el Rostro Beatífico, la cual ya existía como una religión misteriosa mucho antes de la época de Maeve y de la que poco se sabe. Oscuros rumores decían que los antiguos habitantes de Drogheda practicaban una forma sangrienta de adoración a Onrai, la Diosa Vanidosa, y existen enlaces etimológicos que prueban esta conexión. Sin embargo, durante el reino de Maeve, solo unas pocas practicantes mantenían viva la fe Vianista, la cual era una mera sombra de los antiguos rituales, poco más que juegos de niños que disfrutan aderezar sus vidas con prácticas consideradas tabú. Se dice que la propia Maeve fue una de estas niñas rebeldes en su juventud. Lo que se sabe es que resucitó a la Diosa mientras estaba en cautiverio, devolviéndole su fiereza y la sed de sangre y venganza.
Los escritos de la Reina Maeve, que ella consideraba eran la voz misma de la Diosa, son la piedra angular de la fe Pius Dea, y para la época en que recuperó el gobierno de Drogheda, donde había sido liberada durante la defensa de su mundo, ya no era una simple reina, sino la Reina Guerrera Malikha, líder de la fe. Tuvo varios esposos y numerosos hijos que ayudaron a esparcir la fe por todo Drogheda y más allá. Sagazmente, le dio a la diosa un atractivo universal, puesto que muchos sistemas contaban ya con una religión que adoraba a diosas de diversos tipos, lo que permitió una mezcla sincrética de tradiciones que ayudaron a promover la fe de manera rápida y por toda la galaxia. Se especula entre los académicos cuáles fueron las nuevas facetas introducidas por Malikha, cuales fueron alteradas de nuevas maneras, y cuáles se conectaban con el antiguo culto de Onrai, la Diosa Vanidosa.
Sus textos son claros en una cosa: la necesidad de iniciar una guerra sagrada para librar a la galaxia de los elementos irredimibles, purgando a los infieles fuera de la fe y a los apóstatas dentro de ella. Es patente que el Consejo Jedi estaba consciente de esto, como lo demuestra la grabación de una acalorada discusión entre dos Maestros Jedi sobre la interpretación literal que hacían los Pius Dea de sus escrituras. La mayoría de los Maestros estaban en desacuerdo, a pesar de la evidencia, y sostenían que eran cuestiones meramente simbólicas y que en todo caso Constipex era un político moderado que se atenía a las cuestiones morales, pero que estaba en contra de los aspectos más controvertidos de su fe. Los Maestros también desecharon, como teorías conspirativas, las acusaciones de corrupción de su círculo inmediato, de quienes se decía estaban en acuerdo con los legendarios envenenadores Malkite, un grupo de asesinos que provenían del planeta Malkii, uno de los primeros mundos en ser convertidos a la fe Pius Dea, como lo demuestra el cambio de nombre para honrar a la Malikha. Y así fue que Constipex subió al poder, y a pesar de que sus abusos y las purgas se incrementaron al paso de los años, los Jedi se mantuvieron a su lado.
Cuando las atrocidades de Constipex fueron demasiado obvias para encubrirlas o desecharlas, los Maestros Jedi comenzaron a cambiar su punto de vista hacia él, pero ya era demasiado tarde. Posiciones clave del gobierno y el ejército habían sido ocupadas por los fanáticos Pius Dea. Cuarenta años después, cuando su hijo lo sucedió en el cargo, el Consejo Jedi esperaba que fuera diferente de su padre; pero fue aún más rígido y obsesivo. Por los siguientes trece años, los Jedi permanecieron en silencio mientras la República se hundía en la locura, guiada por las fantasías de un culto fanático que llevaba horrores a la galaxia en su búsqueda de la mal llamada pureza moral. Al final de esta era, el Consejo Jedi recuperó su sanidad y decidió abandonar Coruscant para establecerse en Ossus, encolerizando al Constipex reinante, quien lo tomó como una afrenta a su virtuosa cruzada. No era el único que creía que los Jedi debieron haberse quedado en Coruscant.
El Maestro Carel Kapeos fue un Sunesi nacido en la era de los Pius Dea; sus padres eran practicantes de la fe, y él también lo era cuando fue admitido en la Orden Jedi. El Consejo no prohibía que los Jedi que servían a la Diosa tuvieran que abandonar su fe, una decisión que a mi parecer, era errónea.
Debo aclarar que Kapekos era un Jedi modelo. Pero no podía escapar a su cultura y a lo que su crianza le había transmitido. No era un fanático, y podía ver que las Cruzadas Pius Dea habían ido demasiado lejos. Sin embargo, tampoco era amigo de los Hutt, y su cerebro Sunesi le permitía recitar las fechas y ocurrencias de todas las atrocidades que los Hutt habían cometido a través de los siglos. Incluso si las Cruzadas eran demasiado cruentas, creía que detener a los Hutts y otras razas predadoras era lo correcto. Kapekos también creía que el Consejo Jedi podía ser capaz de refrenar los peores excesos de los Pius Dea y al mismo tiempo servir como modelo moral de cómo debían comportarse. Para ayudar, se convirtió en un Caballero Errante, protegiendo a los inocentes de la terrible suerte que le esperaba a los inocentes a bordo de las gigantescas Naves Catedrales de los Pius Dea.
Kapekos, respetado por ambos bandos, era ingenuo, y no pudo reconocer que los Pius Dea se enriquecían con las políticas que permitían que los colonizadores de la República fueran a convertir (y en muchos casos subyugar) a razas alienígenas en sus mundos. Saqueaban tesoros antiguos y artefactos de antiguas razas que vendían a precios descomunales en los Mundos Centrales (otra hipocresía, ya que el dogma oficial prohibía el impuro arte alienígena). Los Pius Dea se hicieron inmensamente acaudalados, lo cual era, por supuesto, la motivación para enviar a los cruzados.
Esto era de poca importancia para Kapekos, quien creía poder ver "el panorama completo". En una de sus misiones, recibió una serie de visiones que incluían el alzamiento de un tenebroso ejército de adversarios nacidos de entre los Jedi. Por si su paranoia no era suficiente, tuvo una visión oscura de un terror innombrable más allá de la Orilla Exterior. Kapekos se obsesionó con descubrir recónditos secretos del pasado que le podrían ayudar a cambiar el rumbo y detener a la inminente oscuridad, aunado a la necesidad de mantener una República militarmente poderosa. Los Jedi no se preocuparon, conscientes de que las visiones podían tener múltiples interpretaciones y nunca eran suficientemente específicas como para tomar medidas, pero le permitieron a Kapekos mantener sus puntos de vista.
En los años finales de las Cruzadas, los Jedi que profesaban la religión Pius Dea se encontraron bajo sospecha.
Todo empezó cuando los Caamasi, un pueblo largamente respetado, se alió con los líderes Alsakani para pedir al Consejo Jedi que abandonara su neutralidad y salvara a la galaxia de la cruel dominación de los Pius Dea. El Consejo estuvo de acuerdo y empezó a infiltrar los rangos del gobierno, incluso en los más ocultos cónclaves de la secta. Sin embargo, esto requirió mantener fuera del secreto a los Jedi Pius Dea y a sus compañeros más cercanos.
No pasó mucho tiempo antes de que un sentimiento en contra de los Pius Dea invadiera la galaxia, puesto que muchos secretamente detestaban las estrictas reglas y el llamamiento al temor que infundía la jerarquía religiosa. Cuando los Pius Dea comenzaron a invadir sus propios mundos para buscar a aquellos que creían herejes, o que no estaban en armonía con sus rígidos estándares, se granjearon aún más enemigos. Cuando finalmente los supuestos herejes se alzaron, los Pius Dea se vieron divididos entre los Fieles y los Renunciantes, y una nueva guerra comenzó.
Sin embargo, esta vez eran superados en número. Los Alsakan y los Caamasi habían recultado a Hutts, Duros, Herglics y otras tantas víctimas de las Cruzadas. Con la ayuda de los Jedi, se obtuvo una ventaja decisiva contra el hasta entonces culto dominante. El último clavo en el ataúd fue cuando el Buró de Naves y Servicios introdujo códigos maliciosos en las navicomputadoras de las naves Catedrales, mandándolas a coordenadas desconocidas del hiperespacio de donde jamás volvió a saberse de ellas. El liderazgo de los Pius Dea se atrincheró en Uquine, pero fueron categóricamente destruidos. Su reino de terror había terminado. Pero, no era el final.
Los Jedi que habían sido seguidores de la fe Pius Dea estaban enfurecidos. A la cabeza estaba Kapekos, puesto que había sido un Maestro Jedi y estaba resentido por la falta de confianza del Consejo Jedi. Pero el Gran Maestro Biel Ductavis se mantuvo firme en su resolución: abandonar la fe de la Diosa y permanecer en la Orden Jedi, o dejar la Orden por completo. Esto solo injurió aún más el orgullo de Kapekos, quien sostenía su derecho a la libertad religiosa. ¿Era acaso él, quien se había mantenido libre de calumnias y que no había participado en las atrocidades, responsable por los actos de su fe? ¿Habían olvidado acaso los Jedi que habían sido ellos mismos, un milenio atrás, quienes habían ayudado a Constipex I a obtener el poder junto a los Pius Dea? Sin embargo, igual que sus visiones, fueron ignoradas por el Consejo y al no abandonar su fe, dejó de mala gana la Orden Jedi.
Pero no estaba solo. Otros 126 lo acompañaron. De ellos, 59 siguieron sus propios caminos. Algunos cayeron en el vicio, mientras otros se embarcaban en esfuerzos imposibles para restablecer la fe. Ellos fueron llamados "los Caídos". Los restantes 67 permanecieron con Kapekos, nombrándolo su líder.
Pero, ¿a dónde irían y qué harían? Si no hubiera sido por un suceso fortuito, seguramente se hubieran dispersado o hubieran abandonado sus creencias equivocadas y regresado a la Orden. Pero Kapekos recibió otra visión, esta vez llevándolo al planeta Garn, donde una de las naves Catedrales acababa de estrellarse. Todo lo que quedaba de civilización en Garn eran unos pequeños pueblos agrupados y conformados por casas prefabricadas a punto de derrumbarse. Incluso en sus mejores épocas, Garn era una reliquia desolada, sus pueblos estaban rodeados de ruinas antiguas de edad y origen indeterminados, tras las cuales se encontraba un amplio terreno de rocas grises, pantanos ocre llenos de hongos letales y bosques de árboles atrofiados por enfermedades.
La nave estrellada tenía unos cuantos líderes Pius Dea, pero a bordo se encontraba un acólito sensible a la Fuerza, un joven llamado Alquist, quien se haría amigo y discípulo de Kapekos. Los 67 Jedi fueron recibidos como salvadores, pero ¿qué eran ahora que ya no podían llamarse Jedi? Creyendo que la Fuerza misma los había llevado hasta allí para cumplir su visión, Kapekos quiso crear una nueva tradición de la Fuerza, una que honrara los mejores aspectos de la fe Pius Dea y que mantuviera la vigilancia en la galaxia. Se llamaron a sí mismos Chamanes.
Mientras tanto, la Orden Jedi decidió regresar a Coruscant. Esto era amargamente irónico para Kapekos ahora que ya no era uno de ellos, puesto que él siempre había solicitado el regreso a Coruscant.
Sin embargo, la Orden también se había convertido en algo diferente. Ya no estaban contentos con ser simplemente los siervos de la Fuerza, la conciencia de la República o los guardianes de la paz y la justicia, ahora habían encontrado un nuevo poder que les había sido negado por siglos. Entre los Mundos Centrales, los Jedi eran recibidos como héroes y líderes. El Gran Maestro Biel Ductavios reemplazó a Constipex XIX como Canciller Supremo. Kapekos estaba atónito, y predijo que ésto llevaría a los Jedi a caer en la arrogancia y corrupción.
Durante muchos años, los Chamanes trabajaron en secreto. Libres de toda restricción de la Orden Jedi, experimentaron con nuevas maneras de utilizar la Fuerza. El resto de los sobrevivientes de la nave Catedral construyeron nuevos hogares en su mundo estéril. Aquellos que tenían afinidad por la tecnología se propusieron construir un vasto e intrincado sistema computacional con el que los Chamanes podían iniciar misiones y rastrear a las demás naves Catedrales. Pero los Chamanes deseaban permanecer aislados.
Por otro lado los 59 Jedi expulsados utilizaban sus habilidades de la Fuerza convertidos en justicieros, algunos manipulando completos sistemas planetarios, o haciendo trampa en grandes casinos, convirtiéndose en ladrones de museos y templos, despojándolos de preciadas antigüedades. Algunos de los Caídos ni siquiera habían pasado las pruebas que los convertían en Caballeros Jedi, cosa que no importaba a los senadores de la República, especialmente a quienes veían como enemigos a los Jedi. Así que estos Jedi y padawans exiliados se convirtieron en una vergüenza para la Orden Jedi y para la República que ahora era gobernada por un Gran Maestro.
Cualquiera hubiera pensado que la población estaba harta de los cruzados que la dominaban, pero era como si sintieran una pérdida en la ausencia de los Pius Dea, un vacío que intentaban llenar. En ese clima de miedo y vacío espiritual, los nuevos Jedi Vindicadores surgieron. Similares a los Jedi Guardianes de la antigüedad pero en realidad más cercanos a los Cruzados Pius Dea que acababan de derrotar, los Jedi Vindicadores fueron asignados para rastrear y arrestar a los Caídos, y de paso a cualquier usuario de la Fuerza que se encontrara fuera de la ley.
Los Jedi Vindicadores detuvieron a todos los usuarios renegados de la Fuerza que pudieron encontrar. Acorde con las reglas y leyes de la República, debían de ser juzgados y sentenciados de acuerdo a sus crímenes. Pero después de meses de varios exitosos arrestos, los prisioneros escaparon. Las investigaciones revelaron que habían sido ayudados por un usuario de la Fuerza. Los Jedi Vindicadores juraron recapturar a estos individuos y solicitaron el uso de métodos más duros. El Consejo, deseando acabar con esta humillante situación, aceptaron todos los planes propuestos por los Jedi Vindicadores.
Nunca pudo probarse su complicidad. Pero a pesar de la falta de evidencia, Kapekos fue acusado de haber liberado a los Caídos, y se presentaron cargos contra él y sus seguidores, acusados de practicar poderes heréticos del lado oscuro de la Fuerza, de intentar crear una orden rival para suplantar a los Jedi, de seguir el credo de la fe prohibida de los Pius Dea y de ser una amenaza contra la paz de la República. Kapekos se enteró de estos cargos y decidió hacerles frente, confiado en la imparcialidad y el respeto por la verdad de los Jedi. Alquist le suplicó no asistir, pero Kapekos partió, sin saber el propósito real de los Vindicadores.
Los Vindicadores habían conseguido el apoyo a regañadientes del Consejo Jedi para usar una rara técnica de la Fuerza que despojaría a los exiliados Jedi de la Fuerza, para que nunca más pudieran volver a usarla. Algunos de los Maestros estuvieron en contra de esta acción, advirtiendo que usar la Fuerza para dañar o destruir los midiclorianos de otra persona violaba a la Fuerza Viviente, pero sus voces fueron desestimadas. Hasta nuestros días, no conocemos bien todas las técnicas que desarrollaron los Vindicadores. Así como un leve viento se convierte en un poderoso ventarrón, también crecerían el poder y el prestigio de este grupo, invisible pero efectivo. Para los Vindicadores, Kapekos y sus seguidores eran una afrenta a la Fuerza misma, y los heréticos y apóstatas merecían el peor de los castigos.
Kapekos acudió de buena fe, pero fue arrestado. Los Vindicadores lo torturaron con sus técnicas, cegándolo ante la Fuerza. Cuando Kapekos fue liberado, ya no era el mismo hombre. Había sido tan brutalmente atacado por los Vindicadores que cuando realizaba algún intento de utilizar la Fuerza era recibido con dolor enloquecedor. Regresó a Garn, donde se rumoreaba que podía sentir la luz cegadora de los Jedi desde el otro lado de la galaxia, lo que daba un eterno tormento a su existencia.
Kapekos se llenó de rabia ante la traición del Consejo y lo invadió un deseo de venganza que atormentaba cada uno de sus pensamientos. Algunos dicen que se convirtió al lado oscuro; otros claman que descubrió un remanente oculto de las Legiones de Lettow; otros creen que el malvado espíritu de Xendor merodeaba en Garn. Lo que se puede saber es que con la ayuda de Alquist y otros más, Kapekos comenzó a aprender y desarrollar poderes y habilidades arcanas totalmente diferentes a las usadas por los Jedi o por usuarios del lado oscuro. Sin importar lo que fuera, Carel Kapekos dejó de existir, transformándose en alguien completamente diferente.
Kapekos adoptó el nombre de Rur, una antigua palabra para denominar espacios abiertos y libertad, en tributo a su nueva vida en Garn, libre de la influencia de los Jedi. Sin embargo, otros dicen que le fue dado el nombre por aquellos que escuchaban sus potentes y graves gritos de angustia con los que ordenaba a las multitudes a seguirlo, puesto que la voz de Kapekos sonaba como un gran rugido.
Autonombrado como el Alto Chamán, Rur restructuró la orden chamánica que sería llamada a partir de entonces La Orden de la Mirada Terrible. La Mirada Terrible era una alusión apta a la luz de los Jedi que tanto lo había lastimado y traicionado, pero también era un nombre en honor a la Diosa, a quien la literatura mostraba con el brillo de una estrella en cada ojo, una marca de terror para aquellos que osaban oponerse a ella o a sus sirvientes.
Los escritos de Rur se convirtieron en textos sagrados para la Mirada Terrible. Eran documentos llenos de pensamientos insanos y enmarañados, llenos de indicios crípticos, de advertencias sobre un antiguo y blasfemo portal en Garn, de un dios terrible que había gobernado el planeta, de un pasaje a otro plano de existencia, un reino siniestro que nombraba el Reino de la Noche. Los chamanes habían construido una gran pirámide para albergar y controlar el portal, puesto que era allí de donde Rur creía poder obtener el poder necesario para salvar la galaxia de sí misma. Había inteligencias en ese reino, decía, seres de extrañas habilidades que buscaban introducirse a nuestra dimensión. Sus escritos decían que era necesario impedirles la entrada, pero que a pesar de ello, por accidente o ingenuidad habían sido admitidos. Los llamó Rozzum, usando una vieja palabra Sunesi. Rur escribió que podía controlar esas horribles entidades, y que a cambio le enseñaron el poder del engaño y la ilusión. En su propio recinto, una fortaleza oculta en Garm, tenía su propia pirámide, una réplica en pequeño de la enorme pirámide que contenía el portal. Ahí podía imbuír su mente y comunicarse con los Rozzum.
El triunfo de los Vindicadores sobre Kapekos les había otorgado gran prestigio e influencia en el Consejo Jedi, pero su reputación pronto se volvió en su contra, y todos los que se oponían a los Jedi acudieron a Garn para unirse a Rur.
Fue el mismo segundo al mando de Rur, Alquist quien nos informó de la Terrible Mirada. Acudió a Coruscant alegando que las cosas se habían salido de control en Garn... que entidades demoníacas escapaban a través del portal. Los Vindicadores recibieron permiso para acudir a Garn y arrestar a sus seguidores.
Pero era una trampa, un engaño de Rur para atraer a los Vindicadores. Ellos lo sospechaban, pero aún así acudieron, ansiosos de combatirlo. Pero Alquist no había mentido. Realmente había entidades en Garn que ningún ciudadano de la galaxia había visto jamás. Las criaturas de las historias para niños, descartadas por los adultos, ¡mostraban ser tan reales y aterradoras como las habían imaginado!
Una nueva guerra había comenzado. Unidos por el resentimiento y el odio, la Orden de la Mirada Terrible usó sus poderes para crear enormes Domos de Sombras, grandes dimensiones de oscuridad que bloqueaban el lado luminoso de la Fuerza kilómetros a la redonda. Dentro de estos domos, se erguían torres profanas en las que moraban criaturas repugnantes. Rur había cruzado una línea sin regreso. Si una vez había advertido sobre los seres innombrables que deseaban entrar del más allá, ¡ahora él mismo les daba la bienvenida! Usando ritos prohibidos y tradiciones oscuras, él y sus seguidores obtuvieron sombríos poderes de sombrías criaturas de un reino externo. Los susurros de los Rozzum, esos aborrecibles ejércitos de cosas innombrables y criaturas pálidas que se retorcían habían seducido y corrompido su mente. Había reportes de otros seres, mordaces criaturas aladas de leyendas oscuras que rugían y cantaban incesantemente alabando a sus dioses obscenos y olvidados. Pero los Rozzum hicieron lo que los Chamanes les pidieron, puesto que habían sido entrenados para cazar, matar y devorar a los Jedi en preparación a la gran guerra que se avecinaba.
Los Vindicadores habían sido demasiado orgullosos y arrogantes, creyendo que no podían ser vencidos, convencidos de que la luz estaba de su lado, olvidando que la Fuerza se alía con la vida, no con los ejércitos. Los Vindicadores fueron atraídos a los Domos de Sombras y se encontraron con un odio consumido que emanaba de los tenebrosos ejércitos de la Orden. Fue entonces que los Chamanes utilizaron las trampas de almas, fragmentos de cristales antiguos que tenían el poder de transferir la mente y la esencia de vida de un Jedi, arrancándola de sus cuerpos y aprisionándolas. Fue así como Rur pudo congelar la sangre de los Vindicadores, puesto que las trampas de almas no habían sido creadas o descubiertas, ¡habían sido regalos de la dimensión oscura!
Finalmente, llegaron los Grandes Maestros Jedi. La sangre y la locura explotaban en las estigias llanuras de Garn, mientras ambos bandos eran diezmados. Se ha descrito como la más escandalosa y monstruosa batalla que los Jedi hayan librado, un holocausto de locura, carnicería y devastación que duró meses, costando las vidas de miles de Jedi y renegados en ambos bandos.
Los Rozzum se arrastraron de regreso a sus oscuras moradas de misterioso caos, aquellas tierras teñidas de negro donde moran criaturas que no deberían existir. Cerramos el portal y lo sellamos para el resto de la eternidad, echando un breve vistazo a esa extraña y horrible extensión que se encontraba del otro lado. Muchas de las trampas de almas no fueron encontradas, y la tierra se hizo tan peligrosa que incluso los Jedi dejaron de buscar. Garn ha sido nombrado un mundo prohibido desde entones, y hemos volteado nuestros ojos de regreso a las estrellas de nuestra galaxia.
Aunque fue una victoria pírrica, como todos esos conflictos, la Orden de la Mirada Terrible dejó de ser una amenaza para la galaxia. Nunca se encontró el cuerpo de Rur. Se cree que murió en batalla, pero es probable que haya seguido los pasos de sus amos a través del portal a la otra dimensión. Hay Jedi que piensan que Garn aún posee restos de la Terrible Mirada, y que fue apenas el primer mundo que fue poblado por sus seguidores, los cuales se hallan escondidos en los lejanos rincones de la galaxia, tal vez en las Regiones Desconocidas o en el Espacio Salvaje. Pero si es así, no hemos vuelto a oír de ellos. El espacio es enorme, y los Jedi somos menos en número, con tanto por hacer como para vagar a ciegas buscando amenazas fantasma.
Cuando las noticias de la aniquilación mutua de los Jedi y sus exiliados llegaron a la República, se reportó como un asunto interno. Pronto se filtraron videos y entrevistas, pero dando la apariencia de una especie de guerra sagrada, y el Supremo Canciller Biel Ductavis fue lo suficientemente sagaz como para convencer a la galaxia de que Garm era un reducto de un violento grupo terrorista remanente de los Pius Dea.
La verdad sobre los Jedi Vindicadores solo era conocida por el Consejo y el grupo fue disuelto. Nunca es fácil regresar a la luz cuando has habitado la oscuridad. Los pocos Vindicadores que regresaron a Coruscant se opusieron a lo que creyeron que era una traición del Consejo Jedi hacia su sacrificio. Como resultado de su rebeldía, fueron excomulgados por completo de la Orden Jedi.
Es bastante irónico que se convirtieran en lo mismo contra lo que lucharon fervientemente, una secta de justicieros usando poderes arcanos de la Fuerza. Pero no repetiríamos nuestros errores tratando de perseguirlos. Mientras abandonaran la Orden y dejaran en paz a los inocentes de la galaxia, los ignoraríamos. Así fue como creció la Cofradía de los Vindicadores, y en las sombras continuaron expandiéndose, lejos de la oscuridad, pero tampoco cerca de la luz: una neblina gris de magos arcanos de la Fuerza cegados por su arrogancia y sus puntos de vista extremos.
Sigue siendo un terrible reproche para quienes nos sentamos hoy en el Consejo que, ensimismados como estábamos en las necesidades de la República, no fuimos capaces de ver como se desarrollaban estas tragedias, que no pudimos ver que esa no era la Voluntad de la Fuerza. Y estos errores podrán ser limpiados si elegimos aprender de ellos. El conflicto en Garn no pudo haber comenzado sin errores de juicio en todos los bandos.
Considerando esto, ¿no es acaso el camino de la sabiduría eliminar el potencial de que los Jedi sucumban a estos conflictos? No es ningún secreto que por años he aconsejado que los Jedi dejen de aceptar aprendices adultos. Muchos de ustedes han argumentado que son erróneos los argumentos del Consejo en contra de que los Jedi contraigan matrimonio, tengan hijos y eduquen a sus familias, considerándolo una afrenta contra la Fuerza Viviente, la cual hubiera prevenido que muchos de los grandes Jedi de la antigüedad se hubieran unido a la Orden en absoluto.
No estoy en desacuerdo. Sin embargo debemos aprender del pasado, ¡no vivir en él! Las Cruzadas de los Pius Dea demuestran que el extremismo puede propiciar un reino de terror. Kapekos demostró como los lazos con el pasado de un Jedi pueden entrar en conflicto con sus deberes en el presente. Los Vindicadores demuestran lo fácil que sería crear una Dinastía Jedi que gobernara la galaxia con mano de hierro. Si debemos asegurarle a la galaxia, y a nosotros mismos, que no estamos creando una dinastía que tome el control de la República, debemos cambiar.
Un Caballero solo debe conocer el Templo, el Código, a sus Maestros y a sus compañeros estudiantes. Idealmente, para que así fuera el caso, el entrenamiento debería comenzar antes de los tres años, antes de que puedan formarse lealtades y lazos emocionales con familia, amigos o mundos natales. Creo que esta regla algún día será tan inviolable como el Código Jedi. Para evitar problemas, el cambio debe ocurrir gradualmente para que la gente de la República se acostumbre a la práctica que impone nuestra necesidad. Las familias de los niños sensibles a la Fuerza no los querrán ofrecer libremente, pero si convertimos en un honor y un sacrificio noble hacia la galaxia su vida dedicada al Templo, estarán más convencidos de entregarlos. El Senado debe entender que es para el bien de la República que hacemos esto, y debe ayudarnos en este esfuerzo.
Somos afortunados de que el gobierno no tenga el conocimiento total del papel que jugaron los Jedi en haber levantado a los Pius Dea al poder, sin mencionar la catástrofe que ocurrió en Garn. Ese mundo está lejos del corazón de la República, y las noticias que llegaron a los Mundos Centrales fueron rápidamente olvidadas por otras cuestiones más importantes. Por lo que es mi recomendación, y el resto del Consejo está de acuerdo, que estos registros sean sellados. Solo quienes obtengan un asiento en el Consejo podrán saber sus secretos, y de esta manera, se beneficiarán de los errores que cometimos en el pasado.
Nosotros en el Consejo Jedi nos regocijamos en el futuro, en una Era Dorada que restauramos para que la Orden Jedi prospere. ¡Que la Fuerza esté con todos nosotros!
Los Buscadores del Gusano del Alma
A través de los años que han pasado desde mi retiro oficial como Maestro Historiador, he viajado a lo largo y ancho en busca de registros de leyendas, mitologías y religiones de razas antiguas, perdidas en el tiempo. En tiempos recientes he comenzado a unir las piezas de un rompecabezas cosmogénico, y en esta empresa he recibido gran ayuda de mis compañeros archivistas, historiadores, aventureros y amantes de la verdad. Recibí montones de poemas épicos del famoso explorador y arqueólogo Mungo Baobab. Heredé la base maestra de datos de los textos milenarios que le dejó el Profesor Oron a su hija en Delari Prime. Entre los antiguos e inestimables artefactos antiguos que la profesora Miska Tonique de la Universidad de R'khemas logró excavar en Attahox, se encuentra un oscuro ciclo mítico que me ha compartido al tiempo que lo traduce. La supercomputadora Dama Mnemos de Fusai también me ha provisto de una imagen compuesta de lo que parece ser un mito de la creación realizado en conjunto con el Director del Instituto de Estudios Sentientes, Tamaab Moolis, el respetado antropólogo Mammon Hoole, y los xenoarqueólogos doctora Corellia Antilles y doctor Fem Nu-ar, quienes han tenido todos ellos encuentros con lo antiguo y esotérico. Y por supuesto mi fiel compañero droide Q9 que me ha ayudado en formas que no tendría tiempo para contar aquí.
La poca evidencia que he podido obtener sugiere fragmentos comunes entre ciertos mitos primordiales y leyendas olvidadas, sobre una camarilla de funestos cultos clandestinos que adoraban a un panteón de corruptas fuerzas ctónicas. Hay pocos datos que relacionen estos sectores aislados entre las orillas de la galaxia, pero he comenzado a creer que los cultos al Gusano del Alma, aunque muy raros, son los más perturbadores del universo conocido, y tal vez los más mortíferos. El origen de las creencias en este dios maligno y sus aliados extradimensionales apenas está siendo entendida, pero si creemos en los textos recuperados, entidades maléficas con descripciones similares han sido conocidas y veneradas a años luz de distancia, milenios antes del auge de la República y de la invención del hyperdrive.
Se alcanza a distinguir en todas estas narrativas que tienen como base a una raza de seres que parecen corresponder a lo que muchas civilizaciones llaman Los Celestiales. Tan remotos en tiempo y espacio que podría decirse que fueron los primeros en morar la galaxia recién creada en esos impensables abismos cuando las estrellas eran jóvenes. Las leyendas detallan un conflicto universal que coincide con el alzamiento de horrorosas entidades enormes que se relacionan con los progenitores alienígenas misteriosos también conocidos como Los Antiguos o Los Arquitectos, aunque el segundo término parece más bien aplicarse a otro grupo de seres benevolentes que arribaron después. Los más antiguos generalmente eran vistos como un panteón maligno que prosperó gracias a la violencia, guerra y destrucción. También tengo una pista que, de ser cierta, aclarará el asunto y descubrirá los secretos de nuestro pasado olvidado.
La antigua Jefa de Estado, Leia Organa Solo, ha sido instrumental en proveerme las Losas Gungan que necesito para entender los orígenes de los extraños seres descritos en las leyendas fragmentadas de sus enigmáticos mitos primordiales. En los años siguientes a la Batalla de Yavin, ella, su esposo Han Solo y el Wookiee Chewbacca se encontraron con una nociva camarilla de cultistas del Gusano del Alma que se llamaban así mismos Los Cinco, por el número de integrantes, que aparentaban ser humanos y poseían habilidades extrasensoriales. Estos poderes les permitieron entrar a las mentes de Solo y Organa, donde les implantaron ilusiones perturbadoras, pesadillas vivientes que emulaban la realidad con una potente resonancia emocional.
Si no hubiera intervenido Chewbacca liberando un misterioso y desconocido ser de inmenso poder quien destruyó a Los Cinco, la muerte de Solo y Organa hubiera sido inevitable. Aunque se puede decir que la bárbara y cruel tortura empleada por los Cinco era un comportamiento psicópata, otros documentos aseguran que proferir dolor físico y emocional es parte de los propósitos de los cultos, para alimentar a eidolones demoníacos con las olas de sufrimiento que emiten aquellos que sufren intensas emociones negativas. Una vez saciados con la agonía, desintegración mental y eventual muerte, los cultistas creen que sus deidades ganan fuerza y se acercan más a reclamar el trono galáctico quienes les conferirán poder y conocimiento como recompensa.
Además de las habilidades mentales de este culto, quedan dudas sobre la enorme y colosal nave en la que vivían los Cinco, así como la varita que poseían, llamada la Negra Garra de Fuego, que lanzaba rayos de obsidiana que devoraba a sus víctimas en segundos. El origen de estos artefactos permanece desconocido, aunque las tradiciones del culto hacen alusión a un plano distinto de existencia, una galaxia invertida donde se dice que moran sus obscenas deidades. Varias leyendas antiguas hablan de esta Otra dimensión como un reino que es nuestro vecino, un lugar de estrellas oscuras y hoyos negros, donde los dioses se retuercen en sus mundos sepulcrales esperando el día de su eventual regreso.
Debe ser dicho que si no fuera por el reporte de las familias Skywalker y Solo sobre estos extraordinarios encuentros, las conexiones entre estas leyendas tan fantásticas y antiguas, serían muy sospechosas. Pero la integridad de sus testimonios está más allá de toda duda.
Basándome en las nocivas tradiciones y varias leyendas de la antigüedad, los seres a los que los cultistas del Gusano del Alma veneran pueden agruparse en deidades mayores y menores, sumando dos trinidades por cada una, y se considera que son los descendientes de grandes dioses, de los cuales cuatro son los más importantes, aunque solo se venera a tres de ellos. El cuarto parece haber sido expulsado como un traidor, lo cual explica porqué su nombre fue borrado de los manuscritos, castigando el uso de su nombre con la muerte.
Además de estos, hay tres sobre los cuales tengo poca información, aunque aquí catalogaré lo que he descubierto.
Typhojem/Pomojema
"El Dios Zurdo" es una referencia que identifica a Typhojem, la deidad principal de los Sith de raza pura, quienes afirman que mató a un dios con su mano izquierda. Reliquias excavadas, tapas de sarcófagos, paredes de templos y santuarios encontrados en Almas, Korriban, Kar Shian y Gap Nueve confirman la apariencia de Typhojem como una abominación con tentáculos, bañada en sangre, en cuclillas con alas con garras. Debido a las inquietantes coincidencias con el demonio Pomojema de Mimban, así como una entidad encontrada en relieves de la edad de piedra de Kabus-Dabeh, se cree que el llamado "Dios Zurdo", Typhojem o Pomojema, traducido en Mimbanés Antiguo como el Gran Sacerdote, son nombres para un grotesco y pelágico ser, de forma ictioide y considerado tan malévolo por aquellos que lo veneran, que es apenas mencionado incluso en leyendas. Esta superstición probablemente explica los diferentes nombres usados, además el hecho de que probablemente era impío (o imposible) decir su nombre original.
Gorog
Una de los diosas primordiales del Nido Secreto de los Killiks es "Gorog, Mensajera de la Noche", un nombre que puede ser rastreado hacia los mitos de los cultistas del Gusano del Alma como Tharagorrogarath, la Reina de la Noche. Este ser se asocia con la proselitización de los habitantes del lado oscuro así como procuraora de esclavos. Gorog se muestra normalmente como un enorme escarabajo alado de color azul-violeta que dirige vastas hordas de insectos sirvientes y que es resguardada por una cohorte de hechiceros alados. En su definición de "Espíritu de la Noche", es reverenciada por las tribus Dulok de la luna de Endor y temida por los Ewoks. Las historias cuentan la creación de la Piedrasombra y su batalla contra Hexprax, quien controlaba los movimientos del sol. Hexprax es temido y conocido como Orla por los Duloks. Se dice que el Espíritu de la Noche desapareció en el vacío para evitar la furia de Orla, pero otras leyendas dicen que Gorog fue destruida. Así que para servirles de guía, los Magos del Espíritu de la Noche zumban y gritan sus oraciones a la diosa perdida.
Ooru
Poco encontré para corroborar la existencia de "Ooru", el tercero entre las deidades menores en la cosmogonía de los Arquitectos, hasta que encontré y examiné los restos de la Desolación, la nave del Culto Mortal de los Charon. Ancestros de los Charr Ontee quienes habían sido llevados al Otroespacio durante el Desastre del sector Kathol, los Charon habían encontrado un nuevo hogar en esa extraña dimensión. Pero mientras su mundo era consumido lentamente por la proximidad de un hoyo negro, la raza comenzó a sufrir efectos mentales perjudiciales. El primero en sucumbir fue su comandante, quien se transformó en el delirante "Profeta de la Muerte". Decretó que como la vida era una abominación, había que esparcir la muerte a todas las criaturas vivientes. Al poseer solamente motores sub-luz, los Charr Ontee se mantuvieron confinados en su propio sistema solar. Pero para mala suerte, su planeta yacía cerca de un racimo de planetas habitados (que en su locura, creían que era el centro de la galaxia entera). A través de los siglos, se libraron enormes guerras en esos sistemas.
Los Charon saquearon todo lo valioso que poseían las civilizaciones que conquistaban, incluyendo los registros históricos de esas razas. Los filólogos y lingüistas que intentaron romper los códigos de estos escritos desconocidos lograron traducir pictogramas grabados que pertenecían a una civilización envilecida que veneraba una divinidad sangrienta llamada Ooradryl. Creo que éste ser corresponde a Ooru, el tercero de los dioses menores del panteón de los Arquitectos, pero hay una tercera posibilidad.
Ooradryl es una astuta monstruosidad parecida a una sanguijuela de sustancia indeterminada, vestida en escamas iridiscentes que forman un gigantesco cubo geométrico. Es un dios de curación y devoración. Los grabados muestran una enorme población hincándose frente a Ooradryl mientras les confiere bendiciones a cambio del sacrificio de ciertos individuos a quienes considera un manjar. Etimológicamente así como de manera descriptiva, Ooradryl tiene un extraño parecido con el ser transdimensional conocido como Waru, a quien Luke Skywalker encontró en la Estación Crseih, y dado el parecido en apariencia, comportamiento y nombre, creo que es la misma criatura o una entidad relacionada con ella. Las ramificaciones de ésto serán discutidas en una publicación posterior.
Kopa Khan
Es sorprendente que sepamos incluso menos de las llamadas grandes deidades, pero parecen existir diversas razones para ésto, una de las cuales es su antigüedad. Sin embargo, existe evidencia del amplio culto que se les rendía a estos seres.
El más conocido de estos seres es Kopa Khan. Aunque aparece en varias formas, puede ser encontrado en varias estructuras piramidales a lo largo de la galaxia, como las Pirámides del Lado Oscuro en Zabba II, los jeroglíficos de Alashan, y las inscripciones en los Templos Kwa Star. A pesar de sus diversos nombres (Fri D'da Shan, Fo Pana Cine) la traducción es siempre la misma, refiriéndose a una estrella moribunda o un hoyo negro. Así pues, Kopa Khan es el dios de la muerte y la agonía. Se dice que originalmente provenía de estrellas lejanas (junto con sus otros dos compañeros), posteriormente se desvaneció y se dice que emigró a otros mundos o incluso pudo haber fallecido. El lenguaje profético usado en las leyendas declara que algún día regresará. Entre los cultistas de Kopa Khan se encuentran los genocidas Fanáticos de Lortan, quienes asolaron el sector de Yushan durante la purga de los Resilianos; creían que su dios se manifestaría como un híbrido humano-Hutt.
El Inescrutable
La segunda deidad de la gran trinidad está interconectado con los otros dos, pero no es reverenciado, y es más bien un principio o un elemental simbólico. "Ab'aci" (también conocido como Ibon'aci, Ap'aci o simplemente Ap) es llamado "El Inescrutable" y es el maestro del tiempo, la geometría y los números. Se dice que fue el primero en introducir el conocimiento de la tecnología y las armas al universo. Las ruinas de un templo en Dathomir cuya edad es incalculable, presentan marcas de dedicación a su nombre. Los derivados de su nombre aparecen en varios lenguajes antiguos en forma de las palabras equivalentes a "tiempo", "infinito", "agregación" y "portal".
El Gusano del Alma
La deidad principal en esta trinidad es el Gusano del Alma. También traducido como "el Excavador Eterno", aparece en descripciones cuneiformes de mundos tan remotos como Leritor, Ch'hodos, Alashan, Dathomir, Seoul 5 y otros, haciendo referencia a deidades llamadas El'Shuddem, o "el dios carnicero", un repugnante gusano carroñero de proporciones gigantescas. El Gusano del Alma se muestra en varias formas, a veces con una o múltiples cabezas, con tentáculos o caras terribles que se alimentan de la vitalidad de sus sacrificios apilados en enormes montones. El Gusano del Alma era una criatura tan celosa y malvada que fue transformada y exiliada a una vida de tormentos en el centro de la galaxia antes de devorarse a si mismo por el resto de la eternidad. La leyenda lo muestra como un vampiro emocional que se alimenta de las emociones negativas y el sufrimiento de los demás. Se dice que engendró a muchas criaturas llamadas rastreros pálidos así como numerosos anélidos y acelomados gigantes que moran en los planetas de la galaxia.
Pocos se ajustan a esta descripción tanto como los prodigiosos Leviatanes de Corbos, el Kdak y el Silan (y también podría decirse lo mismo de los Exogorths). Los Leviatanes, quienes en principio se creía eran criaturas creadas por los Sith usando bioingeniería y magia durante la Oscuridad de los Cien Años, eran más bien el remanente de su antecesor. Los archivos Jedi recuperados de Ossus mencionan seres como éstos que estaban tan imbuidos en el lado oscuro, que podían ser sus receptáculos. Aunque son muy escasos, se dice que fueron formidables cazadores de Jedi.
Por naturaleza, los anélidos son tímidos y retraídos y no se los conoce por tener tendencias violentas y agresivas. Si esas criaturas son, de hecho, descendientes de un terrible avatar del lado oscuro, esto podría explicar los numerosos encuentros con Jedi como Luke Skywalker, quien ha reportado enormes anélidos depredadores. Es posible que Skywalker haya despertado la naturaleza durmiente de estas criaturas, o tal vez sus poderes de la Fuerza despertaron a los descendientes del antiguo enemigo de la luz.
La conexión Kashi Mer
De todas estas deidades, mayores y menores, se pueden establecer paralelos directos con otra doble trinidad de deidades malvadas conocidas como los Niman, reverenciados por los extintos Kashi. Antes del cataclismo en el que su sol se convirtió en supernova, los Místicos Kashi conocidos como los Guardianes del Aliento, quienes fungieron como sacerdotes de la Dinastía Kashi Mer, habían recibido visiones precognitivas advirtiéndoles de que se enfrentarían a una terrible venganza si persistían en abandonar su tradicional culto a los Niman, a quienes habían repudiado como la malvada raíz de todos los males de la galaxia.
Así que comprometidos a erradicar a los idólatras de los Niman entre ellos, los Guardianes empezaron a exiliar a todos los que no abandonaran las viejas prácticas. Entre ellos estaba un Guardián llamado Xendor, quien seguía practicando los viejos ritos en secreto. Era el líder de los Macheteros Reales, guerreros dedicados a proteger la monarquía, y fue el último de los Kashi Mer en ser exiliado. Xendor reunió un ejército de practicantes del lado oscuro conocidos como las Legiones de Lettow con el objetivo de destruir a los Jedi en la terrible guerra del Primer Gran Cisma.
A diferencia de Xendor, la mayoría de los Kashi Mer olvidaron los viejos sacrificios y las prácticas carnales que caracterizaban el culto a la doble trinidad, adquiriendo la esperanzadora profecía de una galaxia restaurada. Habían llegado a amar tanto su mundo, que se rehusaron a abandonarlo aún ante la cara del miedo. En realidad no sabían en qué generación ocurriría la calamidad, o cómo se presentaría, solo sabían que sucedería. Pero se dice que aunque hubieran sabido cuándo, no hubieran abandonado el planeta. El final de su mundo ocurrió como estaba profetizado, pero su valentía se convirtió en su epitafio, y es por ello que se siguen cantando sus canciones hoy, 25 mil años después, sobre los Kashi Mer y su valiente marcha frente a su perdición.
La Dama con el Corazón de Langosta
Hay otra deidad, más vieja y olvidada, también referenciada por el Culto de los Cinco, llamada la "Dama con el Corazón de Langosta", aunque permanece incierto a quién o con qué culto se relaciona. Si mi misión resulta provechosa, espero identificarla utilizando apoyo de otras fuentes obscuras para determinar si la veneración a esta divinidad femenina se relaciona con los círculos afóticos en registros históricos. ¿Es acaso la inspiración para la Tanteadora Trandoshan, la Diosa Bailarina de los Godoanos, y la siempre presente Onrai, la Diosa Vanidosa? Aunque hay ciertas pistas al respecto, aún es muy pronto antes de poder especular.
La Deidad Rechazada
Otra divinidad que se repite en varias especies corresponde a la cuarta deidad amorfa que es rechazada por varios cultistas. Ya que este ser aparece con diversos nombres, no siempre es obvio identificarle, aunque existen ciertos deberes y atributos en su personalidad que son comunes. Entre las razas aviares, por ejemplo, los Mrissi le rinden homenaje a Har-meneb-ti, Señor de los Cielos; los Tarong reverencian a Ora, Señor de la Luz; para los Tikiarri, la gran figura mesiánica es Armihet, Avatar del Sol; los tímidos Qom Qae y los Qom Jha le atribuyen sus regalos del vuelo y el habla a Rahoris, Cazador del Alba; y los S'kytri tienen numerosas leyendas sobre el Gran Hormaket, Príncipe del Cielo, quien está en constante lucha contra los Señores de la Oscuridad. Cabe destacar que cuando Kharis, la Majestriz de Skye entrenada por los Sith, subió al poder, prohibió las viejas leyendas, en especial el festival anual en el que recitaban los textos épicos de Hormaket.
El Padre de las Sombras
La última deidad mencionada por el Culto de los Cinco es llamada "El Padre de las Sombras". A mi entender, esta entidad no corresponde con ninguno de los dioses mayores o menores. Por lo poco que he podido averiguar, se trata del más antiguo de los dioses malignos, y es posiblemente de alguna forma sea su progenitor. El culto dice que abandonó la "dimensión normal" para irse a otra, y es posible que haya adquirido enormes cantidades de conocimiento de esa otra dimensión. Sea quien sea este "Padre de las Sombras", estoy agradecido de que no se le rinda culto en nuestra galaxia.
Recientemente, recibí del Buró de Servicios de Investigación y Exploración la copia de un registro que transcribiré a continuación, un registro que ha circulado entre el Servicio de Exploración de la Nueva República por más de cincuenta años. Por supuesto, debo advertir a los lectores que no es para los débiles de corazón.
La transmisión fue supuestamente interceptada por un piloto espacial llamado Rohb Lakh. Debe notarse que aunque varios científicos han desechado esta transmisión, creyéndola una falsificación, un chiste, o los delirios de un loco, el almirante Jayme Makkadin (retirado del Servicio de Exploración de la Nueva República y del Cuerpo de Reconocimiento del Imperio) está en desacuerdo con esas aseveraciones, al igual que yo. El encuentro del piloto tiene un parecido muy notorio con el horroroso evento descrito por los Solo.
Por ahora, el original ha sido enviado al Museo de Antigüedades de R'khemas y continúa siendo estudiado.
Teniente Jayme Makkadin
Exploradores Nova
Buró de Servicios de Investigación y Exploración
Teniente Makkadin,
Respecto a nuestra reciente comunicación, le envío la entrada del datapad encontrada en la nave abandonada #JL100-719-97. Éste es el documento que se halló en la nave abandonada descubierta a la deriva en la Nube de Gas Degan del Sector Elrood en los Territorios de la Nebulosa Methariana hace cincuenta años. Si esto no es una farsa, como dicen algunos científicos, entonces el autor claramente se había desconectado de la realidad hacia el final de su vida, pobre hombre. Es difícil escuchar toda la grabación con todos esos horribles gritos. Por supuesto, no es infrecuente que los pilotos sufran trastornos mentales en el espacio. Debe ser algo terrible cuando tu mente se vuelve en tu contra. A pesar de su contenido y naturaleza perturbadora, tal vez podrá encontrar algo que valga la pena.
Vin Boej'f
Servicio de Exploradores de la Nueva República
Departamento de Información
Datapad Encontrado en Una Nave Abandonada
Catálogo #099.9.1624-0
Archivo #702108
Probablemente estos son mis últimos momentos de vida, y mi última oportunidad de arreglar las cosas. Mi nombre es Capitán Rohb Lakh, y en este momento, mis sensores están registrando que se aproxima un objeto nebuloso. No veo nada por la ventana. Pero se acerca y mi tiempo se acaba.
Creo haber tomado un mal camino desde que tuve edad suficiente para volar en mi propia nave: el encanto de nuevos mundos, riquezas ocultas, aventura de alto riesgo y todos los elogios y admiración que vienen con ello. Me llamaron disoluto, libertino e irredimible, ¡aquellos que mejor me conocían!
Hace algunas semanas, comencé una expedición que terminaría por ser mi viaje final, un viaje por necesidad solitario hacia el sistema Elrood, distante y casi completamente inexplorado, buscando una leyenda. Lo que descubrí fue horror, y la aceptación que llega al final de una vida tirada en búsquedas vanas y vacías. Probablemente aprendas lo que yo no pude. O probablemente no, pero al menos lo intenté.
Sepan esto, compañeros aventureros: no hay nada que encontrar entre los antiguos mapas de piratas canosos o las cartas de navegación espaciales de contrabandistas cansados; no se obtiene placer de las cabezas colgadas como tesoro de bestias derrotadas en tus ayeres; no hay recompensa por las interminables horas de soledad cruzando los vacíos entre las estrellas.
Entré a la Nube de Gas Degan, de la cual se rumoraba era el escondite de tesoros perdidos y dragones espaciales. Era a éstos a quienes había venido a buscar y la razón por la que lo había hecho solo. Es ilegal cazar a un Duinogwuin, algo que no me importaba, pero pasar años minando piedras en una helada prisión no era mi idea de pasar un buen rato.
Los Dragones Espaciales son el premio mayor, algo que nadie ha matado o capturado (a pesar de los cuantos que afirman haberlo hecho). No sería yo el primero en ir tras ellos, ni seré el último. No me importaba que fueran criaturas pensantes. Si quisiera, tendría una larga lista de justificantes para tranquilizar a mi conciencia y a los mojigatos defensores de los alienígenas. Uno podría pensar que nunca tuve conciencia, para empezar, pero hey, nunca lastimé a un humano, ni siquiera a la arpía de mi ex-esposa después de que se llevó todo lo que poseía.
Así terminaría mi obsesión. Un error final en toda una vida de errores. Tan pronto estuve en medio del ambiente de gases enturbiados, mis instrumentos comenzaron a trastabillar y fallar. Después de poco, divisé un enorme asteroide a la deriva, y en ese instante mis instrumentos volvieron a funcionar, revelando que algo vivo existía allí...
La nave fue golpeada de repente, no supe cómo. Otro golpe, más fuerte, me dejó inconsciente. Después, soñé. En mis sueños vi cosas, caras inquietantes flotando en un éter gris con agujeros negros en lugar de estrellas; había naves con ángulos incorrectos; ciudades enormes que se erguían sobre basalto y piedra; y peor aún, sombras pálidas y repugnantes que ondulaban, se arrastraban y se contraían sobre enormes montones de carne y huesos...
Desperté en un lugar desconocido, supe después que era un refugio dentro del asteroide. Sus interiores eran lujosos pero anticuados, con moda de hacía varios siglos, probablemente más. Tuve poco tiempo para explorar, pues casi inmediatamente llegaron mis anfitrionas: tres mujeres que se hacían llamar las Hermanas.
La mayor era delgada y matronal, su cabello oscuro estaba recogido. No me dio su nombre, y como su mirada me hacía sentir como si fuera una mosca-ambage atrapada en una red de Eberon, no quise preguntar. Las otras dos se llamaban Jirell y Cairon, y eran más atractivas, pero había algo que me inquietaba.
Pregunté cual era mi situación actual, y solo recibí respuestas vagas y sonrisas sugestivas. Después de una conversación jovial, me ofrecieron un recorrido por la extravagante mansión, aunque pasamos frente a varias habitaciones sin explicación alguna y quise esperar para revisarlas a solas posteriormente. Estaba muy impresionado con lo ostentoso de la mansión, las valiosas obras de arte y esculturas que la adornaban. Como podrán imaginar, no me preocupaba robar, pero al pasar por varios majestuosos cuartos, no podía quitarme de encima la sensación de que alguien más estaba allí, oculto a la vista, mirándome. Cuando pregunté si vivían solas, la matrona dijo que sí, pero las otras dos se miraron entre sí y sonrieron.
Después de una desagradable comida, aprendí que eran parte de una secta aislada dedicada al culto a varios dioses antiguos. Jirell explicó que sus deidades habían sido engañadas por un demonio caído, quien las asesinó o exilió a un reino de sombras, donde se mantenían a la espera de cumplir su destino como legítimas gobernantes de la galaxia. Cuando las estrellas estuvieran alineadas y se hicieran los suficientes sacrificios, los dioses regresarían a reclamar el universo que habían creado. Y cuando eso sucediera, las Hermanas reinarían como diosas en mundos de su propia elección.
No necesité más explicaciones para darme cuenta que estas mujeres no estaban bien de la cabeza, y un ferviente deseo de escapar me asaltó. Les agradecí y les expresé mi pesar por no poderme quedar más tiempo, puesto que tenía otros compromisos que cumplir, pero Jirell y Cairon solo rieron e insistieron en que pasara la tarde con ellas. La matrona añadió llanamente que la cacería de Duinogwuins sería en vano, puesto que esas criaturas no habitaban ahí, aunque un par de ellas se habían perdido al pasar. No recordaba haberles dicho de mi misión, pero la mujer mayor parecía saberlo, y con una viciosa sonrisa, dijo que también le agradaría cazar a una de esas criaturas.
Cairon y Jirell se levantaron para acompañarme a mi cuarto, informándome que si deseaba hallar consuelo podría visitarlas más tarde en sus aposentos. Les agradecí y cerré la puerta, intentando atrancarla, pero no había cerradura o pestillo. No importaba. No pensaba quedarme. Esperando la noche, tomaría un par de cosas que no fueran a extrañar y regresaría a mi nave.
Esperé unas cuantas horas, y cuando me sentí seguro de que estarían dormidas, escapé los confines de mi cuarto buscando los tesoros que se esconderían detrás de los cuartos cerrados por los cuales había pasado de largo durante el día. Llevaba una pequeña antorcha y no encontré mas que mis propios latidos a través de los largos corredores. Al fin me aproximé a una puerta decorada y tallada que mostraba diseños inusuales y decadentes, expertamente trabajados. No iba a dejar pasar la oportunidad, así que entré y cerré la puerta tras de mí.
El cuarto era circular y decepcionantemente pequeño, pero había otra salida del otro lado de la pared. Solo un adorno existía en el cuarto, un pedestal al centro. Encadenado al pedestal estaba un tomo de manufactura antigua con escritos. Solo había una buena razón para mantenerlo fuera de la vista de extraños. Iluminé el libro con mi antorcha, tratando de comprender su valor. El libro estaba abierto, claramente escrito en una lengua alienígena, pero las ilustraciones... no soy sacerdote, pero no puedo describir los dibujos que adornaban las páginas, solo podían ser hechos por las mentes mas viles y repugnantes, grotescas visiones de monstruos deformes que castigaban a seres vivientes y se alimentaban de ellos. Acompañaban a estas ilustraciones, complejas y complicadas fórmulas, claramente con propósitos mágicos, las cuales estaban hechas para convocar a estas cosas grotescas dondequiera que vivieran.
Me alejé del libro para buscar tesoros menos provocativos y recordé la otra puerta. También estaba sin llave y pude entrar... solo para encontrar una escena de locura. Los cascarones de cientos de criaturas momificadas de diversas razas se mostraron ante mí, alineados contra las paredes. Estaba la momia de una atractiva Zeltron, una de un Gigante Mandalliano, y muchas más; en una esquina, el cuerpo de una pequeña criatura con un cráneo en vez de cara, un raro Spiner estaba en otra esquina. Los gestos de terror en sus caras son algo que jamás podré borrar de mi mente, puesto que quedaba claro que estas criaturas habían sido asesinadas mientras experimentaban gran angustia y miedo.
Quise escapar, pero las Hermanas estaban ahí mirándome. Asustado, balbuceé una tonta excusa para justificar mi presencia, pero la matrona levantó un amuleto que llevaba puesto, y un rayo negro me envolvió. Todo se volvió oscuro.
Cierto tiempo después, desperté en mi propia nave, la cual funcionaba de nuevo y se alejaba del terrible asteroide y las nocivas nubes gaseosas de Elrood. Pensé que todo el encuentro había sido un sueño y di gracias. Mi esposa estaba a mi lado, sonriendo cálidamente y acariciando mi cabello. Me pareció normal que estuviera ahí a mi lado y no lo cuestioné. Hablamos de tiempos pasados, amigos y lugares ya olvidados.
Pasaron horas así, y cerré mis ojos para sentir sus labios, solo para sentir la cara de un seco cascarón de momia. Horrorizado, ¡vi que mi prometida se había transformado en un cadáver que se convertía en polvo!
Me desperté instantáneamente de la ilusión y me di cuenta que aún estaba a bordo de la nave de las Hermanas. La bruja yacía en el lugar donde estaba mi esposa, ¡y las otras dos se desternillaban de risa con una malvada risa! Supe entonces que había sido engañado por un truco alucinógeno creado por estas locas y terribles criaturas que no podían ser llamadas mujeres.
Fue la primera de muchas ilusiones. Me dijeron que no sobreviviría, nadie lo había hecho, y no lo dudé; nunca pregunté, ni me dieron una justificación para las horrendas cosas que me hacían.
Escucho algo fuera de la nave. Está cerca.
Las hermanas ya no están más. Estuvieron vivas por siglos, o eso decían, recluidas en su inmoral guarida de horrores, atrayendo a viajeros confiados e incautos. Pero en ese tiempo, se habían vuelto arrogantes y descuidadas. Durante uno de mis ataques de ilusiones inducidas, saqué un viejo vibrocuchillo que siempre llevaba oculto. Apuñalé el grotesco cuello y la cara de lo que creía era el cuerpo burlón de mi esposa, lanzando risotadas y mirándome... clavé el cuchillo una y otra vez. Pero fue el cuerpo de la malvada bruja lo que cayó sobre mi. Lleno de rabia, consumido por una locura que no he vuelto a conocer, salté sobre las otras dos cuando entraron a la habitación... no sentí y no siento remordimiento por este acto, pues eran verdaderamente malignas, y estoy agradecido que estén muertas y se hayan ido para siempre. Pero en mis pesadillas siguen apareciendo y se ríen de mi.
Mi error fue regresar por el libro. Estoy seguro que es una cosa maligna, pero en ese momento, pensé que merecía alguna especie de recompensa por el sufrimiento que había padecido, y creía que el libro valdría cientos de miles. Fue estúpido. Debí haber corrido, especialmente cuando me di cuenta que ahora podía entender las palabras cuando pasaba las páginas; de hecho, ¡debía leerlas!
Era una historia de antiguos dioses que habían usurpado el trono de los perezosos Celestiales, después les dieron poder y armas a las primeras razas. A cambio, los dioses exigían su ayuda para erradicar de la galaxia a los celosos Celestiales, y los harían reyes. Las razas pelearon unas con otras y los dioses estaban contentos. Pero fueron traicionados por un demonio que los mandó a los Lugares Externos. Pronto, regresarán.
Sin quererlo, había recitado el blasfemo conjuro para convocar el avatar de los horrores del vacío, la pestilencia que camina en la oscuridad: el Gusano del Alma. Quería sangre; y aún más, la efervescencia del dolor.
Y ahí estaba mi propia cara en el libro, ¡mi cara gritando de terror! Las criaturas, los espantosos horrores, ¡se alimentaban de mí!
Los sensores indicaban que formas nebulosas se aproximaban a la nave. Algo se movió por el ventanal, una criatura alada con una amplia boca llena de afilados dientes... ¡Oh no! ¡Están dentro! ¡Han venido por mí, los emisarios de El'Shuddem!
Un olor a carroña se esparce incluso por los escondidos rincones del compartimiento de carga. Escucho ruidos en los corredores más allá.
¡Ah! ¡Me llama desde el más allá! Puedo verlo en mis ojos tan vivídamente como lo vi en mis pesadillas, llamándome a dar un paso al frente, a cumplir mi papel.
No hay escape. Sabe donde estoy escondido. ¡Me llama y debo obedecer! Inmensos tentáculos se agitan, pulsando en el espacio profundo. ¡El horror del vacío ha llegado! ¡Hay risas en el portal oscuro! ¡El Gusano del Alma!
Escucho rasguños en la puerta. Les suplico, a ustedes quienes lleguen a escuchar esto... ¡Aléjense! Tengan cuidado de los oscuros rincones de la galaxia... ¡Me ha encontrado y debo contestar su llamada! Ha llegado... la puerta se ha abierto de...
Las pequeñas piezas de evidencia, tales como la grabación que he presentado, en conjunto con otras, empiezan a formar un tapiz que me permite levantar las cortinas del pasado envuelto en tinieblas. He comenzado apenas a desenterrar los anales de intervalos más allá de la comprensión y a alinear las piezas que forman su rúbrica cifrada, pero siento que he abierto la bóveda y echado un vistazo a su turbio contenido.
El tiempo aún no ha llegado para contar la prodigiosa y pesada historia, puesto que tengo un viaje final que hacer y aún hay mucho que examinar cuidadosamente.
- Arhul Hextrophon.
Encuentros con Cultos fue concebida por Rich Handley y yo a fines del 2000 para la revista Star Wars Gamer como una continuación a nuestro popular artículo del número inicial, "La Guía de la Universidad de Sanbra a la Vida Inteligente: La Serie de Marvel", que fue una de las primeras exploraciones de ciertas razas de la vieja serie de cómics de Marvel de Star Wars en el canon moderno de Star Wars (post-Heredero del Imperio). (Nota: hubo muchas referencias a las historias de Marvel en la continuidad moderna, por supuesto, pero estas razas en específico no habían sido examinadas o puestas en perspectiva hasta ese número).
Encuentros con Cultos quería enfocarse más en el material desenfrenado que Alan Moore escribió en la serie de Marvel del Reino Unido, publicada en 1981, especialmente los extraños cultos en sus historias "El Efecto Pandora" (The Empire Strikes Back Monthly #151) y "La Conciencia del Lord Oscuro" (The Empire Strikes Back Monthly #155), ambas reeditadas en compilaciones de Dark Horse. (Nota del traductor: y ahora en el volumen Made in UK de Panini Cómics México).
Desafortunadamente, y no por nuestra culpa, eventos imprevistos impidieron que Encuentros con Cultos viera la luz, y la revista Star Wars Magazine dejó de existir después de apenas diez memorables números en 2002. Luego, años después, StarWars.com estableció un sistema de paga, llamado Hyperspace: El Club Oficial de Fans de Star Wars, que publicó historias difíciles de encontrar, como las tiras cómicas de los periódicos de los 70s y 80s, y material de la revista Star Wars Adventure Journal de West End Games. También empezaron a publicar historias cortas exclusivas. No pasó mucho para que Rich Handley y yo contactaramos al Gerente de Contenido de Internet de Lucasfilm, Pablo Hidalgo, quien estaba a cargo de Hyperspace y a quien conocíamos de nuestros viejos días en la SWFA. Le dimos a conocer nuestra historia inédita Encuentros con Cultos, y mi secuela Encuentros Sobrenaturales (renombrada como Las Pruebas y Transformación de Arhul Hextrophon). Con su aprobación, retoqué y envié ambas piezas.
Una vez más, el tiempo y eventos imprevistos impidieron la publicación de estas historias y poco después, Hyperspace dejó de existir... Después de uno o dos intentos, se determinó que, finalmente, Encuentros con Cultos y su secuela encontrarían un lugar definitivo donde pertenecían... en Star Wars Expanded Universe Timeline.
- Joe Bongiorno
Traducido por Mario A. Escamilla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario