lunes, 25 de junio de 2018

Segundo Extracto de la Novela Thrawn: Alliances

El autor Timothy Zahn está de vuelta con la anticipada secuela del éxito de ventas "Thrawn". Esta vez, el Gran Almirante Thrawn y Darth Vader deben unir fuerzas en una misión para el Imperio. Pero no es la primera vez que ambos cruzan caminos.

En este extracto, encontramos a un joven Anakin en una misión personal cuando se encuentra con un misterioso comandante de la Ascendencia Chiss, además se muestra el arte de la edición exclusiva de la novela que estará en venta en la San Diego Comic Con.



Mirando por última vez la pantalla de navegación, Anakin apuntó la nave Actis hacia el horizonte y distribuyó la energía hacia el motor...

De manera abrupta, R2-D2 emitió una advertencia. "¿Qué pasa?" dijo Anakin, frunciendo el ceño mientras checaba la cámara trasera.

Y sintió un hormigueo en la nuca. Había una nave detrás de él, del tamaño de un carguero medio pero de configuración desconocida.


Se había puesto en órbita al lado de su anillo hiperespacial.

"Nave desconocida, éste es el General Anakin Skywalker de la República Galáctica," dijo. "Identifíquese y diga su propósito."

Nada. Tal vez no usaban las frecuencias estándares de comunicación de la República.

O, más bien, tan alejados del centro, no hablaban Básico Galáctico.

Anakin mojó sus labios, recordando los idiomas comerciales. Sabía hablar Huttés y el Lenguaje de Comercio Jawa, pero Batuu estaba muy lejos de la influencia de los Hutts. ¿Meese Caulf? No estaba tan familiarizado con ese lenguaje pero era su mejor opción. "Nave desconocida, este es el General Anakin Skywalker de la República Galáctica," dijo, tratando de acomodar su boca para pronunciar las palabras Meese Caulf y esperando haber escogido la estructura gramatical correcta. "Está estorbando el equipo de la República e interfiriendo con una misión de la República. Le ordeno alejarse e identificarse."

"Lo saludo," respondió una voz calmada, en el mismo idioma. "¿Dijo que su nombre era el General Skywalker?"

"Eso dije," dijo Anakin frunciendo el cejo. "¿Por qué, ha escuchado hablar de mi?"

"No, en absoluto," dijo el otro. "Solamente estoy sorprendido. Le aseguro que no intento hacerle daño a usted o a su equipamiento. Solo deseaba una mirada cercana a este interesante dispositivo."

"Me alegra escucharlo," dijo Anakin. "Ya lo ha podido ver. Ahora retírese como lo ordené."

Hubo una pausa. Entonces, sin prisa, la nave se alejó del anillo. "¿Puedo preguntarle que trae a un enviado de la República a este rincón del espacio?" preguntó el intruso.

"¿Puedo preguntar por qué es de su incumbencia?" respondió Anakin. No era muy cortés, pero no se sentía de humor. Cada minuto que pasaba aquí afuera era un minuto que perdía buscando a Padmé. "Puede retirarse cuando lo desee."

"¿Retirarme?"

"Continuar su viaje," dijo Anakin. "Ir a donde quiera que fuera en camino antes de detenerse a mirar mi anillo hiperespacial."

Otra pausa silenciosa. La nave desconocida, para molestia de Anakin, se había detenido a unos cien metros del anillo hiperespacial. Demasiado cerca para sentirse cómodo. "Si, podría seguir en camino," dijo el intruso. "Pero sería más útil asistirle en su búsqueda."

R2-D2 emitió un gorjeo desconcertado.

"Le dije que estaba en una misión para la República," dijo Anakin. "No es una búsqueda."

"Si, recuerdo sus palabras," le aseguró el intruso. "Pero me cuesta trabajo creer que una República en guerra enviaría a un caza monoplaza en una misión. Creo más bien que usted viaja en una búsqueda personal."

"Estoy en una misión," insistió Anakin. Esto se estaba volviendo demasiado irritante. "Directamente ordenada por el mismísimo Canciller Supremo Palpatine." Aunque ni Palpatine sabía que Anakin estaba aquí, por supuesto, ni que aprobaba esta misión. Pero si el extranjero había escuchado de la Guerra de los Clones seguramente había escuchado sobre Palpatine, y mencionar su nombre podría agregar peso a su lado de la conversación. "Y no tengo tiempo para esto."

"Estoy de acuerdo", dijo el otro. "Tal vez sería mejor si simplemente le muestro la ubicación de la nave que busca."

Las manos de Anakin apretaron con fuerza el manubrio. "Explíquese," dijo calmadamente.

"Se donde aterrizó la nave Nubiana," dijo el intruso. "Se que el piloto está desaparecido."

Anakin apretó los dientes. "¿Entonces interceptó una transmisión privada?"

"Tengo mis propias fuentes de información," dijo el intruso, todavía con voz calmada. "Como usted, busco información, sobre eso y otros asuntos. También como usted, viajo solo, sin los recursos necesarios para una investigación exitosa. Tal vez en alianza con un general de la República podamos encontrar las respuestas que ambos buscamos."

"Una oferta interesante," dijo Anakin. Y ahora, finalmente, estaba suficientemente cerca. Respirando profundamente, extendió sus sentidos hacia la Fuerza.

El intruso no era humano, aunque por supuesto que Anakin ya lo había adivinado. Era casi-humano, como muchas especies en la República.

Pero la textura de su mente era algo que Anakin nunca había tocado. Era pulcra y bien ordenada, con los patrones de pensamiento fluyendo suave y precisamente en formas similares a las de los científicos o matemáticos. Pero los contenidos de ese flujo de pensamiento, y las emociones apagadas que lo acompañaban, eran totalmente opacos. Era como una lista ordenada de números desconocidos.

"¿Entonces qué respuestas está usted buscando?"

"Quiero entender el conflicto que están viviendo," dijo el intruso. "Quiero las respuestas sobre lo correcto y lo incorrecto, sobre el orden y el caos, sobre fuerza y debilidad, sobre propósito y reacción." Hubo una ligera pausa; y la voz continuó con un nuevo sentido de la formalidad. "Usted preguntó mi identidad. Ahora estoy preparado para dársela. Soy el Comandante Mitth’raw’nuruodo, oficial de la Flota Defensiva de Expansión, sirviente de la Ascendencia Chiss. A nombre de mi pueblo, le solicito su ayuda para saber más de la guerra antes de que nos traiga el desastre a nuestros mundos."

"Bien," dijo Anakin. "Avíseme cuando esté listo."

"Comenzaré mis preparativos," dijo Mitth’raw’nuruodo. "Un comentario adicional. Los nombres Chiss son difíciles de pronunciar para la mayoría de las especies. Le sugiero que me llame por mi nombre central: Thrawn."

"Está bien, Mitth’raw’nuruodo," dijo Anakin. ¿Era siempre tan irritante y condescendiente este tipo? "Creo que puedo hacerlo bien."

"Mitth’raw’nuruodo," dijo el extranjero.

"Eso fue lo que dije," contestó Anakin. "Mitth’raw’nuruodo".

"Se pronuncia Mitth’raw’nuruodo."

"Si. Mitth’raw’nuruodo."

"Mitth’raw’nuruodo."

Anakin apretó los dientes. Podía escuchar una ligera diferencia entre su pronunciación y la del alien. Pero no lograba corregir su versión. "Bien," gruño. "Thrawn."

"Gracias," dijo Mitth’raw’nuruodo, es decir, Thrawn. "Eso nos facilitará las cosas. Mi nave está preparada. Podemos partir."

Escrito por Timothy Zahn.
Traducido por Mario A. Escamilla.
Original de: Anakin Encounters a Familiar Face in Thrawn: Alliances – Exclusive Excerpt

No hay comentarios.:

Publicar un comentario