Ahora, en la novela Last Shot de Daniel José Older, que sale a la venta el 17 de abril en Estados Unidos, Sana está de regreso. En este extracto, Han, Chewie y Sana se encuentran en el castillo de Maz Kanata, luchando contra algunos caza recompensas muy enojados.
"¿Eso fue un..." gritó Han, y un disparo de bláster zumbó a través del aire desde la puerta.
Han estaba en el piso antes de darse cuenta que había saltado para ponerse a cubierto. Por encima de él, Maz impartía apresuradas órdenes mientras los pocos comensales que quedaban, gritaban y se escondían bajo las mesas. Sana pasó rápidamente a su lado, disparando un par de veces en dirección a la puerta y miró con impaciencia a Han, "¿Vienes?"
Otro disparo silbó y se incrustó en la barra cerca de la cabeza de Han. "¡Voy!" gritó, saltando y deslizándose hacia la salida trasera detrás de Sana. "¿A quién hiciste enojar ahora?" preguntó mientras huían entre la espesa noche de Takodana.
"Caza recompensas," dijo Sana. "De los malos."
"¿Acaso hay algunos agradables?"
La pared junto a Han explotó, llenando a ambos de escombros mientras intentaban escapar. "Eso no fue un bláster," dijo Han, echando un vistazo. Una cruel cara reptiliana se asomó de la puerta iluminada. "¿Nos has metido en problemas con un Trandoshan?"
"Te dije que eran caza recompensas muy malos," dijo Sana.
La criatura levantó su mortero y entonces algo le pegó por atrás. Frapsen. Los seis brazos del Fromprath se enredaron en el caza recompensas mientras ambos giraban en el piso en un lío de maldiciones y gritos. Otras tres figuras salieron a trompicones del palacio de Maz, con los blasters desenfundados.
"¡Vamos!" gritó Sana. "¡Ahora!"
Salieron hacia una calle tranquila, giraron a la izquierda y cruzaron la plaza principal en dirección al espaciopuerto. Para Han el mundo estaba completamente enfocado desde que esos disparos se efectuaron, y ahora las horas que habían pasado antes le parecían una dolorosa confusión mental.
"¿Está listo el Halcón?" preguntó Sana.
"Siempre, hermana. Siempre"
"¿Tu? ¿Estás listo?"
"Generalmente, hermana. Generalmente."
Pasaron entre un crucero Gungan y dos corbetas, pasaron por debajo del tren de aterrizaje de una nave mal estacionada y entonces treparon por la rampa del Halcón.
"¡Chewie!" gritó Han, pisando algunas ropas viejas y un pequeño montón de... ¿qué era eso? Botellas de algo... corrió hacia la cabina. "¿Chewie, dónde estás? Tenemos que..."
Los motores rugieron volviendo a la vida mientras Han se sentaba al lado de su peludo copiloto. "Vaya, aquí estás," musitó, tecleando en la navicomputadora y preparando el hiperpropulsor. "¿Por qué tardaste tanto?"
Chewie rugió con fastidio y luego gimió, apuntando. Los caza recompensas habían entrado a la bahía y rociaron algunos disparos al Halcón y a las demás naves a su alrededor.
"¡Sana!" gritó Han sobre su hombro. "Vamos a necesitar que vayas a los..."
Otros disparos salieron del Halcón, dispersando a los caza recompensas.
"... cañones," terminó Han. "Bueno, muy bien. Que bien que todos se sientan como en casa." Jaló el acelerador y dejó que el rugido de las naves lo envolviera. El espacio los aguardaba, esa vastedad imposible, tan vacía como su corazón, el lugar donde podía ser perfectamente libre.
Mientras no los volaran en pedazos durante su escape.
Más disparos sacudieron al Halcón mientras giraban en el cielo y salían despedidos sobre las antiguas torres espirales del castillo de Maz y las luces rutilantes del lago Nymeve.
"¿Qué diablos robaste, Sana?" inquirió Han mientras escapaban de la gravedad de Takodana y entraban al espacio."
Una risita sonó en el comunicador. "Acerca de eso..."
Chewie soltó otro gruñido de advertencia cuando tres puntos aparecieron en la pantalla del radar.
"Si, uno de ellos era un Trandoshan," dijo Han. "¿Por?"
Chewie rugió y pulsó un botón.
"¿Por qué bajamos la velocidad?" gritó Sana por el comunicador.
"Buena pregunta. Chewie," replicó Han. "¿Por qué estamos desacelerando?"
El Halcón se sacudió al recibir un bombardeo de disparos de las naves que se aproximaban.
"¡Chewie!" gritó Han.
El Wookiee golpeó el panel de control con ambos puños y rugió.
"No, no podemos dar la vuelta," dijo Han. "No me importa lo que los Trandoshans le hayan hecho a los Wookiees. ¡Está bien, calma, calma! Por supuesto que me preocupa lo que hicieron, pero no podemos lidiar con ello en este momento, Chewie. Tenemos un cargamento que entregar, un pago que recolectar, y no tenemos el armamento que necesitamos para enfrentarnos cara a cara con estos tipos. ¿Está bien?"
Chewie gruñó levemente y el Halcón salió disparado hacia el frente.
"Te prometo que iremos tras esos monstruos reptiles en otra ocasión, ¿está bien?"
Chewie gimió.
"Además," dijo Sana por el comunicador, "está el hecho de que esas otras dos naves están con ellos..."
"¿Cazas TIE?" gritó Han, mirando con asombro el monitor. "Chewie, ¡haz el salto! Ya tuve suficiente de este..." El Halcón tembló, las luces de la cabina parpadearon al tiempo que varias alarmas sonaron a la vez. "¡Chewie, sácanos de aquí!"
Chewie rugió, golpeando el panel de control. Las estrellas se alargaron y convirtieron en líneas y Han dejó escapar el aliento por lo que parecía la primera vez en varias horas.
Chewbacca musitó algo y Han asintió con la cabeza. "Y que lo digas." Apretó el botón del comunicador. "¡Sana!"
"No tienes porqué gritar," dijo Sana, asomando su cabeza en la cabina. "Estoy aquí."
Han y Chewie giraron sus cabezas al mismo tiempo, observándola. "Tienes mucho que explicar."
Escrito por: Daniel José Older.
Traducido por: Mario A. Escamilla
Original de: Han and Chewie Get Into Some Bounty Hunter Trouble – Thanks to Sana Starros – in This Last Shot Excerpt
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