Para Vi Moradi, la espía de la Resistencia, su siguiente misión será inesperada, en todo aspecto. Pero también será una historia de valentía para Vi, quien aún siente las consecuencias de su experiencia como una prisionera de la Primera Orden, como se contó en la novela Phasma. En este extracto, la General Leia Organa informa a Vi de su misión, la cual es esencial para la supervivencia de la resistencia. Pero no estará sola... (Alerta, contiene spoilers de la novela Phasma)
Cada que Vi estaba en presencia de la General Organa, alguna vez conocida como la Princesa Leia de Alderaan, se sentía como en casa. Leia tenía una presencia calmada, tranquila, maternal pero dura como el acero, y no importaba que tan difíciles se ponían las cosas, tenía una manera de mirar a cada miembro de la Resistencia como si fuera el héroe que cambiaría el curso de la guerra contra el enemigo, la temida Primera Orden que había surgido de las cenizas del Imperio. Leia sonrió de vuelta a Vi, con sus ojos centelleando.
"Tengo una misión para ti," dijo Leia, con su atención brincando de varios holos hacia Vi y de regreso. La boca de Leia se contrajo en una severa línea, lo que le anunciaba a Vi que no necesariamente le iba a gustar esta tarea. Eso estaba bien, tampoco era que le gustara como había terminado su misión anterior. Además no era su trabajo que le gustaran las misiones.
"Como sabes, nos superan en armamento enormemente. No sabemos qué está planeando la Primera Orden, pero es algo grande. Algún tipo de ataque. Saldré inmediatamente hacia Takodana para recolectar información valiosa, así que quería reunirme personalmente contigo y señalarte la importancia de tu trabajo."
"Si me ha llamado sólo para decirme que es importante, entonces parece que no será tan importante. Estoy lista para continuar, General. La Mayor Kalonia me ha dado de alta. Estoy de regreso en excelente forma física."
La mirada de Leia no parpadeó. "No podría culparte si desapareces, después de lo que te pasó en la Absolution. Fuiste capturada por el enemigo, Vi. Torturada. Golpeada. Conmocionada. Herida. He leído tus reportes y el historial médico. Intentas minimizar lo que sucedió, pero una experiencia como esas cambia a la gente. Yo lo sé."
Vi negó con la cabeza. "Pero sigo siendo yo. Así que póngame en un Star Destroyer y deje que..."
"No." La interrumpió Leia, casi compungida, y la boca de Vi se cerró. "Esta tarea parecerá como unas vacaciones, pero te aseguro que es de enorme importancia estratégica. Si es que estás lista."
Vi se acomodó en el contenedor que servía como silla, le dolía la espalda. Leia tenía razón, había recibido una golpiza en su última tarea, y aunque la mayoría de sus heridas habían sanado, su cuerpo ya no era tan joven como antes. Leia la había mandado a un planeta olvidado llamado Parnassos para obtener información de la Capitana Phasma de la Primera Orden, lo cual ya era suficientemente difícil. Pero de regreso a casa, había sido capturada por otro oficial de la Primera Orden, el Capitán Cardinal.
En vez de interrogarla bajo los estándares oficiales o consignarla a Kylo Ren o el General Hux, Cardinal la había llevado en secreto a una húmeda cámara en los niveles bajos de la nave Absolution y la había torturado para extraerle la información que encontró sobre su rival en la Primera Orden, la Capitana Phasma. Al final, Vi había logrado manipularlo para que la dejara huir, y Cardinal había enfrentado a Phasma en combate. Vi había escapado de la nave enemiga y regresado a la flota, y durante las últimas semanas había tratado de procesar todo lo ocurrido y curar su cuerpo y su mente. Pero a pesar de lo que les había dicho a Kalonia y a Leia, ¿estaba en realidad lista para volver al trabajo?
Bueno, ¿realmente se recuperaba alguien de sus traumas?
Nunca lo olvidaría, pero no podía quedarse quieta más tiempo. No era su naturaleza.
"Estoy lista," le dijo a Leia, poniendo convicción en sus palabras.
"Bien." La sonrisa de Leia regresó. "Si la Primera Orden logra su ataque, o si nos encuentran aquí en D'Qar, necesitamos dos cosas antes que nada: aliados y lugares donde escondernos. Así que estoy abierta a sugerencias para encontrar un lugar que no se le ocurra a la Primera Orden, un lugar donde podamos establecer una base y echar raíces. Específicamente, necesitamos un planeta habitado con un puerto activo y recursos, pero nada grande, nada que la Primera Orden encuentre ventajoso."
"Castilon ya no está seguro," pensó Vi en voz alta. "Tampoco Pantora. En ningún lugar de los Mundos Centrales o del Borde Medio, en ningún lugar donde hayamos tenido una base. Definitivamente tampoco en Parnassos."
"Definitivamente no. Piensa, mi Urraca".
Vi arqueó una ceja, Leia no estaba en un estado de ánimo paciente. "¿Batuu tal vez? He oído de ese lugar, pero nunca he estado allí. Está en la orilla del Espacio Salvaje. El poblado principal se llama Black Spire Outpost. Es tosco. Primitivo. Sórdido. Excitante. Los contrabandistas lo consideran un buen lugar para esconderse o un punto intermedio entre saltos que no puede ser rastreado."
En ese punto, la general asintió. "Sabía que podía contar contigo. Batuu es perfecto." Se rió. "Han me contó todo sobre ese lugar."
Acercándose más, Vi le echó una mirada de sospecha. "Esa no puede ser la única razón por la que me llamó, solo para hacerme ésta pregunta. Para eso tiene estrategas."
"Pero no necesito estrategas." Leia también se inclinó hacia el frente. "Te necesito a ti, mi Urraca. Confío en ti. Y lo que necesito entonces es que vayas a Black Spire Outpost en el planeta Batuu, armes un puesto de avanzada para la Resistencia, y recolectes tanto apoyo como puedas entre los locales y los visitantes. Necesitamos gente. Necesitamos amigos. Necesitamos habilidades. Necesitamos naves y comida y combustible. Necesitamos ojos y oídos en campo. Necesitamos un lugar donde podamos huir si todo sale mal, un lugar tan lejano en el mapa que incluso la Primera Orden haya olvidado que existe. Para ellos, Batuu les parecerá estratégicamente inútil. Pero para nosotros, será otra chispa de esperanza. Necesito que alimentes esa chispa, que mantengas ela llama encendida."
Vi se inclinó hacia atrás, dejando que su cabeza cayera hacia un lado. "¿Entonces porque siento que me está intentando alejar del peligro? ¿Protegiéndome? ¿Tal vez incluso mimándome?" Sostuvo la mirada de Leia, algo que nunca era fácil. "Úseme, General. Tengo habilidades que nadie más tiene. Soy su mejor espía. ¿Por qué me manda a un lugar en medio de la nada?"
"Porque la nada es lo que nos salvará. No eres la única persona valiosa que estoy mandando hacia la nada." Leia le echó una mirada inquisitiva, soltó un suspiro, y habló con urgencia, como si Vi ya se hubiera levantado. "Esa es tu misión. Tómala o déjala. Me necesitan en Takodana inmediatamente. Están deteniendo la nave por mi culpa, y ya no tengo más tiempo para convencerte. Lo bueno de la Resistencia es que siempre tendrás libre albedrío. Espero que confíes en mi cuando te digo que tu trabajo en Batuu es parte de un plan más grande. ¿Confías en mí, mi Urraca?"
Las cejas de la general se arquearon, su cabello grisáceo era una perfecta corona. Si, Vi confiaba en ella. Y Vi no iba a salir huyendo, incluso cuando sabía que siempre era una opción.
"Confío en usted, General," dijo finalmente.
Leia asintió. "Bien. Puedes retirarte. Repórtate al hangar mañana temprano. La Teniente Connix te dará más detalles y un listado de tu carga. Se te asignará un droide para ayudarte con el trabajo pesado y la logística. Te daremos los materiales y te dejaremos explorar el lugar ideal, conectarte con la población local, reclutar nuevos integrantes para la causa, y establecer comunicación para que podamos discutir los siguientes pasos."
Vi se levantó. "Haré mi mejor esfuerzo, General."
Le sonrió con resignación a Leia. Si, cumpliría con su tarea. En este caso, Vi no pensaba que le fuera a gustar, pero era una soldado y haría lo que fuera para oponerse a la Primera Orden y mantener segura a la galaxia.
Pero cuando Vi iba hacia la puerta, la general dijo. "Oh, mi Urraca. Una cosa más."
Vi no pudo contener una sonrisa mientras giraba. "Por supuesto. Siempre hay una cosa más, ¿no es así?"
Leia se levantó, mostrándose severa y con un aspecto regio y certero. Vi se aprestó para lo que sabía que no eran buenas noticias.
"Te estoy asignando un compañero para esta misión, y una vez más, necesito que confíes en mi."
Vi se detuvo frente a la puerta y cruzó los brazos. "Oh oh. Eso no pinta bien. Sabe que prefiero trabajar sola. Y si fuera alguien con quien no tengo problemas, lo hubiera dicho desde un principio."
"Tan perceptiva como siempre," Leia giró los ojos como si sugiriera que Vi la había cachado. "Antes que vayas a Batuu, necesito que hagas una parada rápida en Cerea para recoger a alguien. A Archex."
"¿Quién es Archex?"
La mirada de la general se ensombreció. "El hombre que conociste como el Capitán Cardinal ha preferido regresar a su nombre original."
Cardinal.
Archex era Cardinal.
Escrito por Delilah S. Dawson.
Traducido por Mario A. Escamilla.
Original de: LEIA HAS A MISSION FOR VI MORADI IN STAR WARS: GALAXY’S EDGE – BLACK SPIRE – EXCLUSIVE EXCERPT
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