En este extracto exclusivo, el equipo es llamado por Quell, solo para encontrar que sus preciadas naves han recibido una modificación especial...
Nath no había dormido más de cinco horas. La última misión, una incursión en un puesto Imperial que estaba mandando mensajes codificados a Pandem Nai, no había sido un éxito como para celebrar, y se había quedado hasta altas horas de la madrugada comparando notas en la tienda Krayt sobre la reparación de Y-wings con el Escuadrón Hail. No le agradaban mucho los pilotos del escuadrón Hail, le parecían demasiado orgullosos de su lugar especial en la nave de comando de Syndulla, pero Nath podría necesitarlos en el futuro. Aceptar humildemente algunos cumplidos y ser amigable parecía un buen uso de su tiempo.
Pero no había esperado una llamada de Quell y las órdenes de dirigirse al hangar a una hora tan temprana, y por lo visto no era el único: los ojos de Chass estaban enrojecidos mientras marchaba por el corredor, ni siquiera Wyl se veía fresco. Solo Kairos parecía impávida.
Esa cosa probablemente ni necesita dormir, pensó Nath con una mezcla de molestia y admiración.
"Que ganen," musitó Chass. "Que gane el Imperio. Que gane la Shadow Wing. Solo no me hagan pilotar tan temprano."
"Un punto medio muy razonable," dijo Nath mientras caminaban hacia la bahía.
Quell traía puesto su traje de vuelo. Ofreció una brusca inclinación de la cabeza y apuntó su pulgar detrás de ella hacia la fila de naves. "Tengo informes de que un almirante vendrá hoy. Estará haciendo una inspección completa de la Lodestar y sus complementos. Denle una vuelta a sus naves, chequen sus cabinas, no me hagan pasar vergüenzas. ¿Entendido?"
En otras palabras, pensó Nath, escondan todo lo que puedan y limpien su desorden.
Wyl balbuceó un "si, señora", aunque Nath pensó que el chico estaba siendo sarcástico. Chass hizo una pausa, como si fuera a salir huyendo, y luego se lanzó hacia el frente como si alguien la estuviera controlando como una marioneta. Nath miró a Quell, quien encogió los hombros mientras el resto caminaba.
Antes de que Nath pudiera ponerse en marcha, escuchó la risa de Wyl, como un corto ladrido, seguido de unas palabrotas de Chass. Perplejo, corrió por enfrente de los X-Wings del Escuadrón Meteoro y miró la parte trasera de su nave. Su Y-Wing estaba ahí, con todos los rayones pero bruñido y pulido como si fuera recién salido de fábrica.
Caminó lentamente alrededor de la nave. Sus ojos se abrieron como platos. Se debía ver absurdo, pensó, pero esta era su nave, su nave. Alguien había manoseado su nave y le había pintado un emblema en el metal, un diseño que mostraba cinco naves, una A-wing, una B-Wing, una X-Wing, una Y-Wing y una U-Wing. Encima del emblema, unas letras decían: Escuadrón Alfabeto.
Miró a sus camaradas. Cada uno miraba a su propia nave: cada una había sido pintada con el mismo emblema. Chass pasó de decir palabrotas a reír fuertemente, mientras Wyl se volteaba a ver a Quell. Kairos miró las marcas de su U-Wing como si estuviera estupefacta, mientras extendía su mano para tocar la pintura con cuidado, como si fuera algo antiguo que fuera a deshacerse al menor toque.
"¿Tu le hiciste esto a mi nave?" le preguntó Nath a Quell.
"¿Te parece que yo se pintar?" respondió Quell, sin nada de humor en la voz.
"No lo vuelvas a hacer," dijo Nath, pero estaba sonriendo a pesar suyo.
"Es fantástico," dijo Wyl. "Gracias."
"Hay algo más," dijo Quell, mientras paseaba por el pasillo central entre los cazas. Kairos se alejó de su U-Wing reticentemente. "Creo que es buena hora para enseñarles, ya que estamos aquí."
Mientras su audiencia se mantenía junta, Quell se arremangó su traje de vuelo y giró su brazo. Estarcido en la piel irritada de su bíceps había un tatuaje: el mismo emblema del escuadrón que ahora adornaba las naves.
"En caso de que termine varada en un planeta," dijo Quell. "Sabrán a donde mandarme."
"Vaya que lo sabrán," dijo Nath.
"Estás chiflada," añadió Chass.
"Pero soy su oficial al mando," dijo Quell. Chass encogió los hombros.
"Sigues estando chiflada."
Todos estaban sonriendo. Chass y Wyl continuaron haciendo burla de Quell, mientras Nath se quejaba de la temprana hora. Pero podía ver lo que ella intentaba y respetaba su esfuerzo. Tal vez no podría acoplarse con su equipo tanto como Nath y su propio escuadrón, pero Quell había logrado que su equipo la siguiera.
No era un mal resultado. Cualquiera que fueran los problemas que Nath tenía con Quell, esperaba que ella los mantuviera vivos.
"Hora del desayuno," dijo Wyl. "¿Nos acompaña, teniente?"
"No esta vez," dijo Quell. "Pero gracias."
Nath se rió e hizo señas a Wyl y Chass para que lo siguieran. Yrica Quell. Sigues siendo una Imperial de corazón, pensó, pero no quiso arruinar el momento.
Escrito por: Alexander Freed
Traducido por: Mario A. Escamilla
Original de: STARFIGHTERS GET AN UPGRADE IN ALPHABET SQUADRON – EXCLUSIVE EXCERPT
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