jueves, 14 de febrero de 2019

La Decisión del Juez



Los dos pequeños y barrigones extraterrestres se inclinaron frente a Luke Skywalker. "Escucho al Jedi y obedezco," entonó uno de ellos, su voz nasal alcanzando tres notas distintas a la vez.

"Yo también escucho y obedezco," dijo el segundo, un poco menos entusiasmado. Con una segunda reverencia, se alejaron.

Con un callado suspiro, Mara Jade Skywalker miró en su datapad. Estos dos habían sido los querellantes vigésimo noveno y trigésimo desde que Luke había iniciado su sesión al amanecer esta mañana. Ya habían pasado treinta querellantes. Faltaban cinco mil millones.



Puso el datapad a un lado, tratando de que su creciente irritación no le ganara. No, por supuesto que no todo el planeta entero estaba formado para hablar de sus problemas y conseguir un poco de sabiduría y justicia Jedi. Pero hoy, al menos, parecían tantos como bichos hay en Coruscant.

El Presentador que usaba una toga se aproximó a la plataforma, con su propia datapad sostenida en forma reverencial en su mano mientras sin duda se preparaba para esbozar la situación de los quejosos treinta y uno y treinta y dos. La última vez que Mara había echado un vistazo a la sala de espera, había al menos cincuenta de los extraterrestres sentados en un pesado silencio, ya fuera reuniendo sus pensamientos o fulminando con la mirada a su querellante. Diez o más discusiones más quedaban por oir, y el sol ya se estaba ocultando en el cielo.

Intermedio en Corphelion



Un grupo de cometas pendía justo encima del domo de observación, sus cabezas luminosas estaban dispuestas en forma de una flecha doble irregular, sus largas colas pintaban el cielo oscuro de plateado esplendor. Los más grandes estaban avanzando visiblemente a traves del espacio, y uno de ellos, un gigante brillante con una cola trenzada que parecía extenderse por toda la mitad del sistema, estaba rápidamente creciendo hasta tener el tamaño de un melón hubba. El paisaje era tal y como se anunciaba, la vista perfecta para una luna de miel, y Han Solo podía deducir por el parloteo de otros trescientos seres que abarrotaban el pequeño piso de observación que todo el mundo opinaba lo mismo.

Al lado de Han estaba Leia, vestida de manera cómoda pero a la moda en un doblete sin mangas y un par de pantalones zoosha bastante ceñidos que Han encontraba especialmente seductores. Sus ojos cafés estaban fijos en el patio por debajo de ella, y en su cara mostraba una expresión cordial diplomática que era más una máscara que una sonrisa.

Detrás de ellos, un enjambre de Kubaz zumbadores salía del turboelevador y pasaba haciendo comentarios agudos sobre bloquear el acceso al piso de observación.

"Perdona por esto", dijo Han a Leia. Una parada para visitar los Cometas de Corphelion le había parecido una manera romántica de empezar su luna de miel, al menos hasta descubrir que era la temporada alta y que todos los hoteles del asteroide estaban sobrevendidos. "Creo que el domo privado tampoco es muy privado."

miércoles, 13 de febrero de 2019

Extracto de Master & Apprentice

En Star Wars: La Amenaza Fantasma, Obi-Wan Kenobi le implora a su maestro, Qui-Gon Jinn, a moderar su petición de que el joven Anakin Skywalker sea entrenado como Jedi. "No desafíe al Consejo, maestro. No otra vez," dice. "Haré lo que debo hacer, Obi-Wan," le responde Qui-Gon. Es un ejemplo que ofrece un vistazo a su relación, uno de tanto fricción como respeto. De hecho, Qui-Gon aceptaría después que su estudiante era mucho más sabio que él.

La novela "Master & Apprentice" de Claudia Gray se publicará el 16 de abril de 2019 en Estados Unidos, y nos llevará a profundizar en la dinámica entre Qui-Gon y Obi-Wan, la cual ha sido relativamente inexplorada hasta ahora. En el siguiente extracto exclusivo, el Consejo Jedi convoca a Qui-Gon a tomar una misión difícil y le hacen una oferta sorprendente..



Como siempre, después de una misión, Qui-Gon ha sido convocado a la cámara del Consejo Jedi para entregar su reporte. Era de noche, más tarde de lo que generalmente se reúne el Consejo, al menos para asuntos ordinarios, y la oscuridad alrededor de ellos estaba iluminada solo por el ciclón de tráfico de Coruscant y las luces de las naves. Aquí, en la habitación, un sentimiento de serenidad prevalecía. Qui-Gon saboreó el contraste.

La Maestra Billaba se reclinó hacia el frente, estudiando su datapad con el cejo fruncido. "Me preocupa, este malentendido entre tu Padawan y tú. No es la primera vez que reportas este tipo de dificultades."

Qui-Gon asintió levemente con la cabeza. "También me preocupa. Obi-Wan es poderoso en la Fuerza, y está ansioso de cumplir sus deberes. La falla debe ser mía. Fundamentalmente, me temo que hacemos mala pareja. No he podido adaptar mis métodos de enseñanza a sus necesidades, a pesar de realizar mi mejor esfuerzo."

Yoda movió su cabeza. "Adaptarse debe él. La cooperación aprendida no es a través del esfuerzo individual. Solo juntos progresar podrán."