lunes, 11 de abril de 2016

Extracto de Aftermath: Deuda de Vida

La novela Life Debt (Deuda de Vida) es la segunda de la serie Aftermath, del escritor Chuck Wendig, que nos muestra la galaxia justo después de la muerte de Vader y el Emperador, como lo vimos en El Retorno del Jedi.

En la novela anterior, un almirante se hace de todo el poder de la flota Imperial, después de deshacerse de sus rivales.

Les traducimos el extracto de la novela recién publicado por Entertainment Weekly:




La galaxia está cambiando, y con la paz ahora como posibilidad, algunos se atreven a imaginar nuevos comienzos y nuevos destinos. Para Han Solo, eso significa pagar la última de sus grandes deudas, ayudar a Chewbacca a liberar el mundo de los wookiees, Kashyyyk.

Mientras tanto, Norra Wexley y su banda de rebeldes dan caza a la Almirante Rae Sloane y al resto de los líderes Imperiales en toda la galaxia. Sloane, cada vez más desconfiada del misterioso almirante de la flota, desesperadamente busca una forma de salvar el Imperio de desmoronarse y ser olvidado. Aún mientras las fuerzas Imperiales pelean para recuperar terreno, la Princesa Leia y la Nueva República buscan negociar una paz duradera.

Pero la caza rebelde en busca de la Almirante Sloane se detiene tras la súbita desaparición de Han Solo y Chewbacca. Desesperada por salvarlos, Leia recluta a Norra, Sinjir, Jas y el resto del equipo para encontrar a los contrabandistas perdidos y ayudarlos en su lucha por la libertad.



***

El pasto se ondula y tiembla cuando Sinjir se arrastra sobre su vientre. "¡Ow!" dice, flexionando su mano y metiéndose la articulación de su pulgar en la boca. "Este pasto me está cortando en pedazos."

"Chupa tu sangre," dice Jas, acercándose. "El pasto sediento se alimenta de las criaturas que caminan a través de el. Pequeños sorbos de pequeños cortes."

Frunce el ceño. "Que encantador. Estoy aquí para darles mi reporte de cada hora. Y mi reporte de la última hora es: Estoy aburrido. Aburrido hasta el cráneo."

"Ese siempre es el reporte de cada hora," dice Norra.

"Porque es cierto cada hora."

"También es mi reporte," dice Temmin, arrastrándose al lado de ellos. "En serio, esto es horrible. Quiero quemar todo este pasto. Y los arbustos espinosos. Y a las moscas." Como para demostrarlo, da una palmada en el dorso de su mano. "¿Ven? Ugh. Debí haberme quedado en Chandrila."

"¿Podemos regresar a Kai Pompos?" pregunta Sinjir. "Estaríamos ahí antes del anochecer. Hay un buen lugar para beber en el fondo del pueblo, tienen un alambique donde fermentan esta raíz, la raíz korva, así que regresamos, tomamos unos tragos bajo las lunas de Irudiru, replanteamos nuestra estrategia..."

"Esta es una misión de búsqueda de datos," dice Norra, sintiéndose como una mamá diciéndole a su hijo que se esté quieto. "Estaremos aquí hasta que hayamos encontrado todos los datos."

"El hecho es que," dice Temmin, "el tipo no va a venir. Está atorado como un bicho chupa-sangre." Habían escuchado rumores que su objetivo, Golas Aram, era un gran cazador, y que eso probablemente les daría oportunidad de acercarse a él. Pero hasta el momento, no había sucedido. Ni había salido en búsqueda de suministros. Ni de tomar un poco de aire. No habían visto ni el pelo ni la piel del hombre. Solo droides. "Esto es lo que haremos. Tomaremos al Señor Huesos," Huesos, cuyo cuerpo esquelético estaba sentado apachurrado detrás de ellos, comprimió más su cabeza agachada y sus brazos rodearon sus rodillas. "Y dejamos que Huesos camine hacia allá, encuentre al tipo, lo arrastre hasta aquí en la meseta, y lo interrogamos. Sencillo."

"Tan sencillo como cazar pájaros con un martillo," murmura Sinjir.

"Todos callados," dice Jas. "Temmin, ¿construíste lo que te pedí o no?"

"Si, si." Busca en sus bolsillos y sostiene un par de aparatos en la palma de su mano. Uno parece una munición de un lanzabalas, pero que ha sido modificada, el casquillo se enrosca alrededor de un circuito bulboso, y la punta de ese bulbo tiene cuatro dientes. Como mandíbulas de insecto. El segundo aparato es redondo, no más grande que un botón, con una antena en forma de zig zag saliendo de él.

"Es un bicho," dice Temmin, orgulloso de sí mismo.

"Este planeta ya tiene suficientes bichos como para añadir más," se queja Sinjir. "Y antes de que alguien me corrija, si, ya se, que es un aparato de escucha, no un bicho real y, oh, no importa. Buen trabajo, Jas. ¿Ahora qué?"

"No podemos ver, así que necesitaremos orejas. Pondré esto en mi rifle y lo dispararé hacia su choza. Entonces..." Ella toma el segundo aparato. "Este auricular modificado servirá para escuchar."

"Muy astuto," dice Sinjir. "Aún no estoy seguro de qué estoy haciendo aquí."

Jas le da el auricular. "Tu vas a escuchar."

"Que alegría." Hace una mueca mientras lo toma y se lo introduce en el oído.

La caza recompensas se desenrosca el lanzabalas de su espalda. Norra toma una vez más los binoculares y mira hacia el recinto.

Ahora, una horda de animales se han congregado cerca del perímetro invisible. Son de extremidades largas y largos cuellos correosos, estas bestias. Las criaturas parecen ser docenas. Algunas se paran para tomar un bocado de los arbustos de ki-a-ki, mientras que otros pelean entre sí con sus protuberancias óseas sobre sus estrechos hocicos. Norra está casi segura que son moraks. Cosas grandes, pero herbívoras. Aunque detestaría ser pisoteada por esas largas patas, que terminan en dedos con garras.

Jas se acerca el lanzabalas, usa el pulgar para abrir un bipié al final del cañón, dándole estabilidad. Se acomoda la mira en su ojo. Norra la mira a través del pasto, la forma en que Jas toma una honda respiración, y la exhala lentamente hasta que no queda nada en sus pulmones y se queda quieta...

Es sorprendentemente parecido a lo que Luke le enseñó a Leia, ¿no?

Bloquear el resto del mundo. Estar consciente, pero vacía.

Como una copa que se va a llenar.

(Por supuesto, Jas hace todo esto para poder matar gente con más eficiencia)

El dedo de la caza recompensas se enrosca en el gatillo.

Pero entonces...

Los morak miran todos hacia arriba al mismo tiempo. Un gesto de alarma.

Norra se extiende y toca el hombro de Jas. "Espera."

"¿Que pasa?" pregunta Jas.

"Algo sucede."

Sinjir se saca el auricular de su oído, haciéndole gestos. "Esta cosa está frizeando. Está haciendo este... sonido agudo. Maldito sonido."

Frente a ellos, los morak comienzan a moverse. Todos al mismo tiempo, un movimiento de manada. Cambian de caminar a galopar, con sus grandes y huesudas patas lanzándolos al frente con una agilidad que sorprende a Norra.

Y los animales se dirigen justo hacia la colina donde la tropa aguarda.

Cerca, más cerca.

El suelo comienza a vibrar debajo de ellos.

Pero es demasiado empinada. No podrán...

Los animales llegan a la base de la colina y se juntan al lado. Sus dedos con garras hacen un gran estruendo y ahora Norra sabe para que son esas garras. El polvo sale detrás de ellos.

Van a subir la colina justo hacia ellos.

"Tenemos que movernos," sisea Norra. "¡Muévanse!"

Ella y los demás se levantan de su escondite y dan marcha atrás, caminando a través del pasto. Los morak trepan la colina, gimiendo y escupiendo moco de sus hocicos. El piso retumba al paso de la estampida.

El pasto corta los brazos de Norra, pero no tiene tiempo de preocuparse. Todos se mueven rápidamente, todos excepto Huesos, quien se queda escondido, esperando ser suficientemente resistente para aguantar los golpes y empujones de los morak. Ella no sabe ni a donde ir. ¿Correr de frente? ¿Girar al lado? Los morak vienen detrás de ella...

Uno pasa frente a Norra en un amontonado galope, golpéandola con su largo cuello, esa cosa es del doble de su altura y apenas si logra esquivarla mientras el resto de la manda viene detrás. Al frente, aunque no puede verla, la espera el lado opuesto de la colina. ¿Y después? ¿Correr cuesta abajo, tratando de no caer? ¿Agacharse y rezar porque los morak tomen otro camino?

La caza recompensas corre a su lado, y cuando un morak llega detrás de ella, Jas le clava el cañón de su lanzabalas, y la bestia cambia su camino como borracha hacia Norra. La golpea y se trastabillea...

Sus piernas pierden piso debajo de ella...

Ahí está Temmin, tomándola por el cinturón para evitar que caiga. Es apenas lo necesario para que retome el paso. Norra está a punto de agradecer a su hijo...

Pero no tendrá esa oportunidad.

Un sonido los golpea, un zumbido sónico. De repente, los morak están graznando y dándose la vuelta en dirección contraria, la manada se parte en dos como si hubiera una cuña invisible. Norra piensa, gracias a las estrellas por lo que está sucediendo.

Pero entonces algo cae en el pasto frente a ella, la cosa rueda unas cuantas veces como si fuera una roca lanzada. Emite tres pitidos en sucesión. Entonces:

Un sonido de implosión... fum. El aire se ilumina a su alrededor, un gran pulso de luz brillante. Golpea el aire, también, como un tronido. Norra de repente está sorda y ciega, sus oídos repicando, su visión convertida en una ola de color blanco. Trata de tomar el blaster en su costado, lo saca de su funda y es rápidamente golpeado fuera de su alcance, rebotando en el suelo.

Una forma emerge frente a ella al tiempo que la luz se desvanece: una forma de persona. Norra piensa: Aram nos ha encontrado. Pensábamos que lo estábamos vigilando, pero él nos vigilaba a nosotros.

Ella trata de levantarse.

"No te muevas," llega una voz. Tranquila, pero urgente.

Norra trata de ajustar su vista, "¿Quién es? ¿Quien anda ahí?"

La figura da un paso al frente. Ella alcanza a distinguir dos blasters, uno en cada mano, uno de ellos apuntándole. "El nombre es Han Solo. Capitán del Halcón Milenario. ¿Quien diablos eres tú?"

Escrito por Chuck Wendig
Traducción de Mario A. Escamilla
Original de Star Wars Exclusive: Read an excerpt from the novel Aftermath - Life Debt

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