martes, 5 de septiembre de 2017

Una Espía de la Resistencia es Capturado: Segundo Extracto de la Novela Phasma

No es fácil ser una espía de la Resistencia.

Phasma, la nueva novela de Delilah s. Dawson ya está a la venta en Estados Unidos y nos ilumina sobre la historia detrás de la temible capitana. En este extracto exclusivo, una agente de la Resistencia llamada Vi ha sido capturada por el misterioso soldado de la Primera Orden conocido como el Cardenal. Y él busca respuestas...



Vi había sido entrenada para recordar cualquier detalle que importara, pero ni siquiera ella puede con todos los giros y vueltas laberínticas en las entrañas del enorme Star Destroyer. Hay largos pasillos que terminan y se cruzan, turboelevadores que suben y bajan haciéndole imposible memorizar la ruta. Es una cosa mirar imágenes de naves como ésta, y es otra realmente comprender la enormidad de los recursos del enemigo. Mientras es guiada hacia otro elevador, el hombre de rojo se para delante del panel para que ella no pueda ver a qué nivel se dirigen.


"¿Tu casa o la mía?" pregunta Vi, esperando provocarlo para que se haga a un lado.

Pero el hombre de rojo permanece en silencio. Cuando ella lentamente baja sus manos, él hace un chasquido con la lengua.

"Pst. Manos a la cabeza. Ya sabes como funciona esto, basura."

Cuando las puertas del elevador se abren, la luz es tenue y parpadea, hay algo que gotea, tal vez un excedente del sistema de ventilación. Están en lo más profundo del Star Destroyer, entonces, en un área que normalmente está fuera de circulación y a la que nadie le importa. Y eso no es bueno para Vi. Incluso la Primera Orden tiene reglas, y el soldado rojo las está rompiendo. Si este tipo la mata, ni siquiera tendrá que reportarla. Ella será simplemente otro bulto de basura deslizándose hasta el incinerador.

Fabuloso. La Resistencia no conoce mucho del enemigo que enfrenta, y la Nueva República no los considera una amenaza, lo que significa que Vi no conoce el protocolo que esta gente hace con regularidad. No sabe que esperar. Ha sido entrenada para resistir interrogatorios, pero no sabe que juguetes nuevos pueda tener este tipo de rojo. Un escalofrío recorre su espalda. Podría estar perdiendo la cabeza.




El blaster no se ha movido de su espalda. Su captor le da instrucciones, gira aquí, gira allá, pero no responde a sus burlas. Finalmente, introduce un largo código en un panel de control en una pared, y una puerta se abre con menos rapidez de lo que Vi esperaría de una nave nueva.

El cuarto es pequeño, tal vez tres por cuatro metros, y claramente se usa para un solo propósito: interrogación. Bueno, dos, si cuentas la tortura. Tres, si incluyes la inevitable muerte que está garantizada por el hecho de que no dará ninguna información sobre la Resistencia. El espacio está dominado por una silla de interrogatorios, y los únicos otros muebles son una sencilla mesa y dos endebles sillas de metal, un lugar para que los malos se sienten a tomar una taza de caf y repasen sus notas mientras su víctima probablemente se desangra.

Después de ajustarla en la silla de interrogación, checa el panel para monitorear sus signos vitales, encendiéndolo con un dedo.

"Tu pulso está aumentando," le dice.

"Si, bueno, estoy en una silla de tortura, parada sobre la sangre seca de alguien más. Parece ser una respuesta natural."

"Hay algo que ocultas."

"¿Y quién no?"

Su casco rojo se inclina, solo un poco, concediendo la razón. Ella lo observa mientras se mueve por las orillas del cuarto, verificando que su droide haya apagado las cámaras, y lo que ella asume que es el sistema de comunicación. El droide vuela amenazadoramente sobre su hombro, y el la rodea, como dando una advertencia.

Esto no es oficial.

Esto está fuera de los registros.



Nadie más está observando.


No habrá interrupciones, ni regaños.


Así no es como la Primera Orden hace su trabajo.


"Así que ésto es personal," dice Vi.


"Ya lo veremos. Tu lo decides. Lo hacemos de la manera fácil o difícil."

Vi se retuerce, probando la resistencia de sus ligaduras. "Dejarme ir sería muy, muy fácil. Además, puedes buscar todo lo que quieras, pero no tengo nada de utilidad. Dile a tus muchachos que destrocen mi nave, que desmantelen mi droide, que deshagan mi suéter, que se asomen en mi cerebro todo el día. Lo que creas que soy, estás equivocado. Soy solo una inofensiva transeúnte."

El se para frente a ella, con las piernas abiertas y los brazos cruzados. Su blaster en su hombro, rojo y brillante. Sus dedos cubiertos con guantes rojos tamborilean sobre el arma, como otro recordatorio. Son solo ellos dos y el droide. Cualquier cosa puede suceder.



"Eres Vi Moradi, nombre código Starlilng, conocida espía de la Resistencia. Y tienes la información que necesito."

"Y tu eres el Gran Botón Rojo. ¿Qué pasa si te presiono el pecho? ¿Se prende una luz en algún lugar? ¿Algo explota?"

"¿Entonces no lo niegas?"

Ella se hubiera encogido de hombros si no estuviera atada y esposada. "Tu eres el que estás dirigiendo la tortura, así que tu eres el que decide qué es verdad y que no."

"Estuviste en Parnassos."

Vi está suficientemente bien entrenada como para sonreír.

"¿Lo estuve? ¿Y que tiene Parnassos de importante?"

Su captor considera la pregunta. "Nada. Ese es el punto. Ahora dime todo lo que sepas de la Capitana Phasma."

Escrito por Delilah S. Dawson.
Traducido por Mario A. Escamilla.
Original de A Resistance Spy is Captured in Phasma – Exclusive Excerpt






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